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Este time-lapse registra la danza de 83 días entre el sol, la Tierra y una semilla de girasol

En nuestra época no estamos muy habituados a mirar con detenimiento, ni a vivir con calma y con paciencia. Los tiempos que vivimos nos empujan a hacerlo todo con prisa, con urgencia, como si nada pudiera esperar, como si todo pudiera obedecer al imperativo de la inmediatez y realizarse de un momento a otro.

La mayoría de las cosas en la vida, sin embargo, tienen su propio tiempo, el cual no siempre acepta la aceleración a la que a veces se le quiere forzar.

Una modesta –pero preciosa– prueba de ello es este video que ahora compartimos, el cual está editado en el formato conocido como time-lapse, para mostrar en un periodo breve un fenómeno que en realidad tomó mucho más tiempo.

Se trata de una grabación que registra la germinación de un girasol, desde el momento en que la semilla es sembrada hasta ese otro instante, increíble, en que las hojas y el tallo que nacen de ella ven coronado el proceso con ese pedazo de sol que es la flor de esta planta. 

El proceso completo, desde la siembra hasta la floración, tomó en este caso ochenta y tres días. Ochenta y tres hermosos días de paciencia, de admiración, de expectativa, acaso también de duda (pues con la vida nunca se sabe…) y, al final, de regocijo y solaz en la belleza.

 


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