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¿El futuro del planeta está en manos de los ciudadanos estadounidenses?

Ecosistemas

Por: Jimena O. - 10/17/2020

Michael Mann, uno de los científicos expertos en el cambio climático, cree que si Donald Trump gana la reelección a la presidencia de EEUU, sería prácticamente imposible detener la catástrofe climática

Michael Mann es climatólogo y geofísico y trabaja como profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos. Entre otras actividades, Mann ha sido llamado por el Congreso de su país para ofrecer testimonio en torno a temas de su especialidad e igualmente ha aparecido en diferentes medios de comunicación, tanto de Estados Unidos como de otros países. En la más reciente entrevista que le concedió al periódico inglés The Guardian, Mann declaró que un segundo periodo presidencial de Donald Trump sería “el fin del juego para el clima”. 

Para Mann, el futuro de nuestro planeta está en manos de los ciudadanos americanos. Se trata de una declaración política, pero definitivamente no es una declaración partidista afirmar que debemos actuar respecto a la crisis climática. En palabras de Mann:

La forma de acabar con esta pesadilla nacional y mundial es salir y votar por el optimismo en lugar del pesimismo, por la esperanza y la justicia y el progreso en lugar del miedo, la malicia y la superstición. Esta es una batalla tolkienana entre el bien y el mal, y Sauron necesita ser derrotado el día de las elecciones aquí en Estados Unidos.

Pero además de ser una declaración política, esta es también una declaración científica. Hace dos años, los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés) publicaron un estudio en el que se señaló que, si queremos evitar el colapso climático, la humanidad debe reducir las emisiones de CO2 para el año 2030 a por lo menos a la mitad de lo que se produce ahora. El estudio fue impactante porque mostró que son sólo diez años los que la humanidad tiene para actuar si de verdad quiere salvar la vida en el planeta.

Sin embargo, en términos reales quedan menos de diez años. Esto debido a que la administración de Trump ha evitado que la economía mundial implemente las medidas necesarias para reducir las emisiones de CO2. En este sentido, la reducción deseable de emisiones ya no es de 5% al año durante la próxima década sino que, idealmente, cada año deberían reducirse un 7.5%. 

Utilizando nuevos modelos informáticos más elaborados, lo que actualmente sabemos es que si se deja de emitir dióxido de carbono ahora mismo, los océanos comenzarán a absorber carbono de manera más rápida. Este almacenamiento oceánico de CO2 compensaría mayormente el efecto de calentamiento global. De acuerdo con Mann, “el lapso real entre la interrupción de las emisiones de CO2 y la interrupción del aumento de la temperatura no es de veinticinco a treinta años, sino más bien de tres a cinco años".

Esto quiere decir que la temperatura promedio global podría bajar casi de inmediato si las emisiones de CO2 resultantes de la actividad humana se redujeran drásticamente. Nuestro destino está determinado por nuestro comportamiento, pero también por la toma de decisiones a nivel político que implementen medidas para que las grandes empresas cambien sus modelos de producción. 

Ante esta urgencia, Mann apoya ampliamente la implementación de un Nuevo Acuerdo Verde, un "Green Deal". Para él, el Green Deal implicaría un gran esfuerzo gubernamental que plantea regulaciones globales como mecanismos de mercado que aceleren la transición del uso de combustibles fósiles a energías limpias. 

En las próximas tres semanas no hay una forma más importante para que los ciudadanos de Estados Unidos ejerzan su responsabilidad que votar. Esto quiere decir, votar por los candidatos que apoyen el Green Deal y no votar por los candidatos que se le oponen (en particular, Donald Trump).

A este respecto hay que recordar que, en varias ocasiones, Trump ha afirmado que el cambio climático no existe y se ha burlado abiertamente de los científicos que han demostrado que la actividad humana y sus modos de producción son los principales causantes del calentamiento global.

Michael Mann es reconocido por una investigación realizada en conjunto con Raymond S. Bradley y Malcolm K. Hughes, la cual tiene el curioso sobrenombre de "la controversia del palo hockey". En ella, los científicos usaron distintas gráficas construidas con diferentes variables para demostrar el aumento de la temperatura en el planeta durante los últimos seis mil años. La comparación con el instrumento deportivo se debe a que, según se observó en los datos recabados, la temperatura de la Tierra comenzó a elevarse abruptamente a partir de 1950, provocando que la década de 1990 fuera la más cálida (al menos en el último milenio). Este estudio fue publicado en 1999 en la prestigiosa revista Nature

En ese mismo año, 1999, Mann se convirtió en profesor asistente en la Universidad de Virginia y también fue atacado por una multitud negacionista, además de que recibió amenazas de muerte y su correo electrónico fue intervenido y vaciado. Mann narró esta experiencia en su libro The Hockey Stick and the Climate Wars (El palo de hockey y las guerras climáticas), publicado en 2012. 

Recientemente, el ex fiscal general de Virginia, Ken Cuccinelli, un republicano de extrema derecha, citó documentos relacionados con la financiación de la investigación de Mann en un esfuerzo por acusarlo de fraude. El Washington Post criticó a Cuccinelli por "usar mal los fondos estatales en su guerra personal contra la ciencia del clima". En 2014, el tribunal supremo de Virginia falló en contra de Cuccinelli, quien ahora es un alto funcionario en el Departamento de Seguridad Nacional de Trump.

 


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Imagen de portada: Harrison Moore / Unsplash