Uno de los efectos mayores de la pandemia, quizá el más severo, es la inminente depresión económica que está provocando. Además de las cifras de contagios que se transmiten en los noticieros todos los días, están también las cifras de desempleos, caídas generales en la actividad económica de los países y otras situaciones parecidas. Incluso, en algunos casos, la pérdida de trabajo entra en conflicto con las medidas para combatir la pandemia, pues muchas personas ven más graves los problemas económicos que los de salud.
En este contexto, mucha gente ha vuelto a una idea un tanto polémica que, sin embargo, tiene mucho soporte entre ciudadanos y aun algunos economistas: la renta básica o el ingreso básico universal.
Uno de los primeros países en responder a la pandemia con esta medida es Alemania. Desde mediados de este mes, ciento veinte alemanes recibirán mil doscientos euros mensuales durante tres meses. Por el momento, el programa es parte de un prueba social de renta o ingreso básico universal. La idea de este concepto es que las personas reciban este dinero sin mayores requisitos ni obligaciones, más allá de responder algunos cuestionarios y estar dispuestas a ser parte del estudio.
En Alemania dicha cantidad de dinero, mil doscientos euros, que en algunos países sería una riqueza, está apenas por encima nivel de ingreso que según los indicadores económicos nacionales califica como pobreza. En ese sentido, seguramente quienes la reciban no se quedarán dormidos en sus laureles, aunque por supuesto claramente hará su vida más fácil, especialmente en momentos de gran incertidumbre como los que estamos viviendo.
En un experimento previo se determinó que un ingreso básico universal hizo que la gente se sintiera menos ansiosa y le permitió a una buena parte continuar con su educación. Hasta 35% dijeron sentirse más motivados en el trabajo. En otra prueba con una renta básica universal distribuida en Finlandia se encontró que una renta básica no se desincentiva que una persona busque trabajo, aunque los resultados en general fueron cuestionados.
Por supuesto, la preocupación es que una medida así hace que la gente sea menos competitiva y afecta la producción. Sin embargo, el punto actualmente es que quizá en este momento no se necesita y ni siquiera se puede ser muy competitivo. Y la idea de ser productivos y seguir creciendo a todo costo es claramente insostenible. Así que si un gobierno tiene la capacidad de proveer una renta básica para sus ciudadanos, sin duda este sería el momento para empujar una medida de este tipo.
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