La clase de fármacos conocida como antidepresivos, particularmente los que operan a través del sistema de serotonina del cerebro, son los más difíciles y peligrosos de dejar, junto con los medicamentos antipsicóticos, según muestra un estudio reciente.
La industria de los antidepresivos es una de las más importantes en el negocio multimillonario de las farmacéuticas y hasta hace unos años, seguramente debido a su lobby, se creía que tenían pocos efectos secundarios y que no eran demasiado difíciles de dejar. Particularmente se tenía la impresión de que esta clase de sustancias tenía mucho menos efectos colaterales y de abstinencia que las benzodiazepinas, conocidas sustancias ansiolíticas que en los últimos años han estado relacionadas con prominentes suicidios debido a su abuso o abstinencia.
En un análisis de la literatura médica, Fiammetta Cosci y Guy Chouinard hallaron que los antidepresivos tienen efectos de abstinencia de mayor duración y severidad que las benzodiazepinas. Más de la mitad de las personas que toman estas sustancias tienen importantes síndromes de abstinencia comparables con los efectos de los antipsicóticos, una clase de sustancias conocidas por sus fuertes efectos.
El estudio también comparó nuevas sustancias médicas usadas para combatir la depresión, como la ketamina, y encontró que esta también produce serios síntomas de abstinencia, sin embargo, menores que en el caso de los antidepresivos.
En algunos casos, el síndrome de abstinencia produjo una recaída igual o peor a la que se tenía antes de tomar los medicamentos. Algunos de los trastornos observados a largo plazo incluyeron pánico, depresión, memoria afectada, comportamientos compulsivos, ansiedad, disfunción sexual, etcétera.
De manera interesante, los investigadores notaron que las farmacéuticas sistemáticamente decidieron usar el término "síndrome de discontinuidad" en lugar de abstinencia, posiblemente para distraer de los efectos negativos de sus productos.
Los autores concluyen que todas estas sustancias –más allá de su efectividad para tratar condiciones severas– pueden ser peligrosas cuando se dejan de tomar, por lo cual es importante advertirle sobre estos efectos a los usuarios que deciden tomarlas. Además, señalan que los síntomas de abstinencia pueden ser señal de una cronicidad de la patología.
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