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Controlar la respiración tiene un poderoso efecto sobre la conciencia y por ello mismo, su práctica debe llevarse a cabo con mucho cuidado

El pranayama es el control o incluso la suspensión del prana, el "aire sutil" identificado con el aliento o la energía vital en las tradiciones espirituales de la India. El pranayama es parte importante del yoga, según es enseñado, por ejemplo, en las escuelas del hatha yoga o en el samkhya (filosofía de la cual se derivan los Yoga-sutras de Patanjali). Actualmente su enseñanza es más o menos común en Occidente, sobre todo en el marco de ciertas clases de yoga, si bien cabe acotar que salvo por ciertas disciplinas modernas como el kundalini yoga (el cual consiste, en esencia, en ejercicios de pranayama), en general no se suele profundizar mucho en la materia. A esto cabría añadir además la realización y difusión de investigaciones científicas que muestran que el pranayama conduce a estados de relajación que a su vez ayudan en el tratamiento de padecimientos como la ansiedad, la depresión y otros.

Curiosamente, en nuestra época el pranayama goza también de una buena popularidad en Internet, particularmente en videos con cientos de miles de reproducciones en los que personas enseñan técnicas aparentemente sencillas para obtener todo tipo de beneficios, desde mayor energía sexual o inteligencia hasta poderes psíquicos.

Para el individuo que no está bien informado, podría parecer que no hay mucho peligro en hacer ejercicios "simples" como alternar la respiración entre una fosa nasal y otra, sin embargo, la realidad es que practicar pranayama sin un maestro calificado es algo que no debe tomarse a la ligera.

Existen diversas razones para hacer esta afirmación. Una de ellas tiene que ver con la noción esencial en la que está basado el yoga y en general la meditación shamata: el hecho de que la mente y sus estados dependen de la respiración y viceversa. De hecho, para el yoga, la mente y el prana llegan a ser lo mismo. Esto se menciona ya en algunos pasajes de las Upanisad y se refleja en la famosa frase: "la mente cabalga el caballo del aliento". Igualmente en el qigong, influenciado por el taoísmo, se dice que donde va la energía (qi), va la mente. Entre otras cosas, esto significa que es muy fácil afectar la mente si se afecta la respiración.

Sin duda estas directrices pueden parecer positivas a primera vista, pero, como decíamos, cuando no se practican con la vigilancia de un maestro calificado suelen provocar ciertos problemas. Y esto por una razón sencilla: modificar la respiración sirviéndose de patrones artificiales (que suelen ser hasta cierto punto vehementes; cabe recordar, al respecto, que hatha significa "fuerza") puede fácilmente provocar desequilibrios mentales. Asimismo, es relativamente común que las personas que se inician en esta práctica generen un apego a estados de alegría o de euforia que se producen por el control del aliento y se aferren a ellos; no obstante, estos estados producen desequilibrios si no son tratados con cuidado minucioso. 

Otra razón importante que vale la pena invocar es que sistemas de yoga como el budismo tántrico, entre otros, requieren de prácticas preliminares de purificación antes de practicar ciertos ejercicios de control de la respiración. La enseñanza general es que una persona sólo debe practicar pranayama una vez que su respiración sea natural.

El problema es que la mayoría de las personas en el mundo contemporáneo tienen una respiración poco natural, entrecortada y poco profunda (esto puede notarse tomando como referente la respiración de un bebé). Las alteraciones de la respiración suelen ser una especie de armadura con la cual nos protegemos del mundo y marcan, literalmente, cómo nos hemos defendido de experiencias traumáticas que hemos tenido en nuestra vida. Dicho de otro modo: nuestra respiración es nuestra historia mental.

Empezar una práctica seria de pranayama requeriría, en el mejor de los casos, un trabajo previo de purificación y balance psicofísico. Es cierto que ciertas prácticas muy suaves de pranayama pueden ser parte de este proceso, pero para no crear más problemas es sumamente importante tener la guía de un maestro calificado.

 

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