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Una propuesta radical entre los habitantes de una isla noruega que quieren gozar de sus días plenamente iluminados sin tener que contar el tiempo

La isla de Sommaroy, literalmente "la isla del verano", en el norte del círculo polar ártico, ha llegado al acuerdo de eliminar el tiempo.

Los 300 habitantes de esta isla tienen aproximadamente unos 69 días de casi pura luz. En esos días tienen tanto tiempo para hacer cosas que se puede ver a niños jugado fútbol o a personas cortando el césped y haciendo arreglos a sus casas a las 2 de la mañana. Con esta expansión de la luz, el tiempo del reloj les parece algo rígido, acaso una premura innecesaria, una cárcel convencional.

La iniciativa encabezada por Kjell Ove Hveding intenta dar más flexibilidad a los habitantes, y ha ganado la aprobación general de los habitantes de la isla. Los habitantes han sido llamados a colgar sus relojes en un puente. Para la instalación de este estado sin tiempo (o al menos sin horas del día) falta la aprobación legislativa.

Por otro lado, algunos ciudadanos creen que esto podría ser un problema para los huéspedes y para ciertas actividades, como saber a qué hora abre un hotel o un bar. Sin embargo, el ser humano vivió así miles de años, así que al final no debe de ser tan difícil. Además, esta medida podría generar una especie de atracción turística  y un interesante experimento social.

De cualquier manera este idilio veraniego será contrastado, por supuesto, con el profundo invierno de 69 días de oscuridad que vive este pueblo nórdico. Asimismo, queda por ver el desafío del regreso a clases si es que se extiende la aplicación más allá del verano.