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Explosiones en Sri Lanka dejan más de 207 muertos (hasta el momento); aparentemente, se trató de un ataque dirigido en contra de minorías religiosas

Más de 207 personas murieron este domingo de Pascua en Sri Lanka luego de un ataque concertado en varios puntos, incluidos tres iglesias cristianas y tres hoteles. Se ha arrestado a 13 personas y las autoridades informan que se trató de extremistas religiosos que en algunos casos llevaron a cabo bombardeos suicidas. Las autoridades condenaron la atrocidad de estos actos y declararon toque de queda. 

Sri Lanka tiene una historia de mucha violencia étnica y religiosa, la cual ha escalado en tensión en las últimas fechas. La población dominante profesa la religión budista theravada (más del 70%) seguida por hindúes (tamiles, alrededor del 12%), musulmanes (9%) y cristianos (7%). Un grupo  de budistas sinaleses se enfrentó con población musulmana el año pasado, incendiando casas y establecimientos. En los últimos años, el grupo de monjes extremistas ultranacionalistas Bodu Bala Sena ha realizado protestas y ataques en contra del islam y otras minorías. Algunos extremistas budistas de este país consideran que Sri Lanka es la tierra prometida o la tierra elegida por el Buda, quien según leyendas visitó la isla hasta tres veces. 

Según el Pew Research Center, el cristianismo es la religión que es perseguida en más países en el mundo, superando escasamente al islam.

Es indudable que quien haya perpetrado el ataque (haya sido un grupo de extremistas budistas o de otra denominación religiosa) no sigue los preceptos de su religión, pues ningunas de las religiones que tienen fuerte presencia en Sri Lanka enseñan un sendero que admita la violencia. Pues, como dijo el Buda: "El odio no acaba con el odio, sólo el amor acaba con el odio; esa es la regla eterna".