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Conoce y descarga la colección de arte gráfico japonés de Vincent van Gogh

Arte

Por: Jimena O. - 01/26/2019

La inesperada influencia del ukiyo-e en Van Gogh marcó el destino del arte moderno europeo

La historia del arte suele ser una historia de encuentros inesperados. Si bien desde cierta perspectiva podría parecer una sucesión de etapas más o menos lógica, lo cierto es que en el fondo el desarrollo del arte ha ocurrido a través de elecciones improbables, los gustos siempre subjetivos de los artistas, de sus aversiones, del efecto inadvertido que sus circunstancias sociales y culturales ejercen sobre ellos y, en suma, de una miríada de factores 

En ese sentido, uno de los ejemplos más notables de los caminos impredecibles que sigue la creatividad es la vida artística de Vincent van Gogh, uno de los pintores más influyentes del arte europeo y, en general, un personaje que llevó hasta límites insospechados su talento y su ímpetu creador.

Y si bien algunas de sus pinturas son sumamente conocidas (sus girasoles, su habitación, sus noches estrelladas), quizá menos célebre sea el interés profundo que van Gogh manifestó por distintas manifestaciones artísticas, algunas cercanas a él (la obra de Rubens, especialmente) pero otras un tanto exóticas para su contexto, en particular la gráfica japonesa.

Van Gogh comenzó a interesarse en el estilo conocido como ukiyo-e cuando aún vivía en Antwerp, en 1885. Como explicamos en otra nota, el ukiyo-e es un estilo de estampa japonesa con moldes hechos en madera que se desarrolló en el siglo XVII y que, junto con otras expresiones culturales del país del sol naciente, comenzó a cautivar el gusto europeo cuando Japón fue obligado a firmar el tratado de Kanagawa (1854) y por ende, a comerciar con las grandes potencias occidentales. Otros pintores como Camille Pissarro, Paul Cézanne y Paul Gauguin, además del compositor Claude Debussy, quedaron profundamente impresionados por los motivos de las estampas ukiyo-e (las aves, los árboles, las mujeres, etc.), por su forma de representarlos, por el uso del color y por otras cualidades más. 

En el caso de Van Gogh, la influencia de esta forma del arte japonés fue tal que hay quienes señalan una conexión directa entre sus célebres pinturas de girasoles (una flor que para el pintor simbolizaba la amistad y la hospitalidad) y las estampas japonesas que estudió con minuciosidad. 

Desde otra perspectiva, Van Gogh pudo tener contacto con esta influencia inesperada debido a la marea de cultura japonesa que invadió París en el año 1886, justamente cuando el pintor se mudó a dicha ciudad, por entonces una de las capitales mundiales del arte y la cultura. 

Durante los siguientes 2 años Van Gogh habitó en París, donde además de observar y estudiar las estampas ukiyo-e, conformó una colección personal importante: 660 piezas con las que el pintor se entretuvo hasta absorber aquello que más le cautivaba de ellas. Según relató a su hermano Theo en una carta, Van Gogh admiró especialmente la importancia que los grabadores japoneses le dieron al color en sus trabajos y la liberación del rigor realista que, por otro lado, tanto pesaba en el arte europeo. Si consideramos por un momento este juicio, es claro por qué Van Gogh lideró la revolución del arte moderno, la cual estuvo fundamentalmente basada en el uso del color (y la luz) y la posibilidad de un entendimiento abstracto de la realidad.

Recientemente, en un esfuerzo que sin duda merece todos los elogios, el Museo van Gogh de los Países Bajos digitalizó dicha colección de estampas japonesas del pintor. Y no sólo eso: además la hizo de acceso libre y susceptible de ser descargada. 

Cabe mencionar, como nota al pie de esta maravillosa historia, que la colección está incompleta, pues cerca de 100 estampas que alguna vez pertenecieron a Van Gogh hoy están extraviadas. De cualquiera manera, el acervo es impresionante y sumamente inspirador.

Para tener acceso a éste basta con visitar en este enlace el sitio web que el museo le tiene dedicado. El mosaico que se despliega cambia cada vez que la página se carga, con lo cual se obtiene una vista general pero aleatoria de la colección. Otra opción para navegarla es a través de una búsqueda avanzada (por temática, por técnica, por término, etcétera). 

"Hasta cierto punto, todo mi trabajo está basado en el arte japonés", escribió Van Gogh a su hermano, lo cual demuestra la importancia que estas estampas tuvieron en su vida.

 

Ilustraciones:

Portada: Yoshiwara: El campo de islas flotantes en los pantanos de Fuji, no. 15 de la serie Colección de ilustraciones de lugares famosos cerca de las cincuenta y tres estaciones [A lo largo del Tōkaidō], Utagawa Hiroshige, séptimo mes de 1855.

2. Kakegawa: vadeando los 48 vados a lo largo de Akiba Road, no. 27 de la serie Colección de ilustraciones de lugares famosos cerca de las cincuenta y tres estaciones [A lo largo del Tōkaidō], Utagawa Hiroshige, séptimo mes de 1855.

3. Las faldas del Koshigaya en la provincia de Musashi, de la serie Treinta y seis vistas del monte Fuji, Utagawa Hiroshige, cuarto mes de 1858.

 

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