Este jueves 29 de septiembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) inscribió a la música reggae en la lista del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.
La UNESCO tomó esta decisión al considerar las contribuciones que el reggae ha realizado a la toma de conciencia mundial en torno a temas como la injusticia, la resistencia, el amor y la humanidad.
Como es sabido, el reggae surgió en Jamaica a mediados del siglo XX, a partir de otros géneros como el ska, el rocksteady y el rhythm & blues, entre otros. Dado el contexto social y cultural de la época, tanto a nivel local como internacional, el reggae tuvo desde sus inicios un marcado acento crítico en las letras de sus canciones, en torno a temas como la guerra, la discriminación racial, el colonialismo y el uso de sustancias consideradas ilegales (marihuana, psicodélicos y otras afines). De los varios artistas que han incursionado en el género, Bob Marley es sin duda el más conocido.
Además del reggae, la UNESCO sumó a la lista mencionada las “parrandas” tradicionales que se celebran en Cuba, la “međimurska popevka” (una canción popular croata) y los procedimientos para hacer perfumes de la región de Grasse, en Francia. Esta denominación no es sólo simbólica, sino que conlleva responsabilidades nacionales e internacionales para conservar estas expresiones culturales en la memoria presente y futura de la humanidad.
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