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La supermodelo Adriana Lima considera que la vida de modelo no es "mentalmente sana" y que la industria contribuye a que las mujeres se sientan inadecuadas

La supermodelo Adriana Lima, de 36 años, una de las modelos más famosas del mundo y estrella de la marca de lencería Victoria's Secret, ha generado gran polémica con un post de Instagram en el que denuncia la superficialidad y las presiones a las que es sometida en el mundo de la moda y señala que no "es mentalmente sano" el trabajo de una modelo de lencería. El mensaje fue tomado por muchos medios como señal de que renunciaría a esta popular marca de lencería, aunque aparentemente Lima se refería a ciertas presiones para desnudarse a las que estuvo sometida en un trabajo reciente.

En el mensaje, Lima señaló que nunca más quitaría la ropa por una causa sin sentido. Dijo: 

Aunque he hecho muchas cosas de este tipo, algo cambió en mí cuando una amiga se acercó a mi para decirme que estaba descontenta de su cuerpo, lo cuál me hizo reflexionar sobre cómo cada día me levanto y me pregunto, ¿cómo me siento? ¿me aceptaran en mi trabajo. Y, en ese momento, me di cuenta que la mayoría de las mujeres probablemente intentar acoplarse a un estereotipo que la sociedad, las redes sociale, /la moda, etc., han impuesto...

Yo también tengo inseguridades, pero ya no tengo miedo de expresarlas. Son parte de mí. Mi trabajo me pone bajo mucha presión para verme de cierta forma, y estuve pensando en cómo las mujeres tiene que cargar tanto... Estoy cansada de imposiciones, nosotros como "mujeres" no podemos continuamente seguir viviendo en un mundo de valores tan superficiales, no es justo para nosotras... es física y mentalmente insano lo que la sociedad impone que debemos ser, cómo comportarnos, cómo vernos... Quiero cambiarlo, en el nombre de mi abuela, de mi madre, de todos mis ancestros que han sido etiquetados, presionados, mal entendidos. [La mujer] tiene que vivir conforme a la sociedad... Intentaré que eso cambie. Empezaré conmigo. No lo seguiré soportando... Estoy cerca de ti...

 

Según el sitio de paparazzi TMZ, Lima no renunciará a Victoria's Secret, por el contrario, piensa que la marca empodera a las mujeres. Esta es justo la estrategia de marketing de Victoria's Secret, cuyo show de lencería no sólo es disfrutado por hombres que ven a bellas modelos, sino que, sobre todo, es un gran éxito con jóvenes mujeres que ven a las supermodelos literalmente com roles a seguir, como personas que quiere ser -o al menos cuerpos que quieren tener-, con todo el glamour y el poder de ser sexys. Sin embargo, Victoria's Secret ha sido criticada fuertemente por promover una idea superficial de la belleza y, en general, de la vida. Asimismo, han sido criticada también por no ser incluyente en su publicidad y por generar problemas de autoimagen para jóvenes mujeres que buscan tener los cuerpos de estas modelos -cuerpos que se ven resaltados y embellecidos por fotógrafos, maquillistas, postproductores y demás arsenal de producción de imagen-. Es decir, modelos que en la vida real no son tan hermosas como en las imágenes. Así, las jóvenes buscan alcanzar cuerpos que ni siquiera existen en la realidad y se generan todo tipo de problemas, sobre todo trastornos alimenticios.

La polémica resulta a partir de que Lima crítica fuertemente la superficialidad de una industria y prácticas que la misma empresa en donde trabaja reitera. O, ¿acaso ponerse lencería para Victoria's Secret sí es una buena causa, llena de compromiso, humanismo y un mensaje positivo? Tal vez la empresa tiene valores internos muy buenos y demás. Quién sabe. Pero algunos bloggers han notado cierta contradicción en las palabras de Adriana Lima -quien estaría teniendo una crisis de conciencia después de 18 años desfilando en la pasarela de Victoria's Secret-. Palabras que, por otro lado, son interesantes, ya que expresa ideas que son compartidas por millones de mujeres y vienen de alguien que conoce bien la industria de la moda y es uno de sus iconos -e incluso ella es víctima de la inseguridad y demás-. Así que todo esto deja sentimientos encontrados. Por una parte es aire fresco que una supermodelo tan famosa reflexione sobre lo superficial de la industria y, por otro lado, parece que no es capaz de ver que la empresa que la paga buena parte de sus ingresos tiene las mismas prácticas objetificantes y supeficiales. Sería curioso ver qué dicen las feministas radicales --llenas de teoría crítica- de las palabras, hasta cierto punto ingenuas, aunque nobles, de esta modelo.