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Marcantonio Raimondi se convirtió en el primer personaje perseguido por producir imágenes sexuales explícitas bajo el término de "pornografía"

Amenazado de muerte, repudiado por la iglesia católica, prisionero por el papa Clementino VII, Marcantonio Raimondi se convirtió en el primer personaje perseguido por producir imágenes sexuales explícitas bajo el término de pornografía

Era el año de 1524 cuando Raimondi publicó I modi (también conocido como Los dieciséis placeres), basado en una serie erótica de Giulio Romano. El libro fue un éxito incluso cuando el papa Clementino VII encerró en la cárcel a su creador y mandó quemar cada uno de los ejemplares que existieran del libro. Sin embargo, el deseo sexual que el libro emanaba se expandió hasta alcanzar al poeta y satírico Pietro Aretino, quien trató de revivirlo a toda costa. Aretino sabía que sería imposible encontrar un ejemplar de I modi, por lo que decidió dirigirse a su fuente, a la versión privada de Giulio Romano, y hacer una reescritura acompañada de sonetos eróticos. En 1527, no sólo se publicó una segunda edición del libro con los sonetos de Aretino, sino que también Raimondi salió de prisión gracias a las influencias del poeta. Esta vez, de nuevo, el papa prohibió el libro y todas las copias fueron destruidas, salvo pequeños fragmentos tanto de las ilustraciones como de los sonetos que se encuentran actualmente en el British Museum. 

2 siglos y poco más después, en 1798, una nueva versión de I modi resurgió en Francia bajo el título L’Arétin d’Augustin Carrache ou Receuil de Postures Érotiques d’Après les Gravures à l’Eau-Forte par cet Artiste Célèbre, Avec le Texte Explicatif des Sujets, basado en las grabaciones del pintor barroco Agostino Carracci. Este libro se trató principalmente en una reescritura, en donde se mezclaba el mito clásico e historia dentro de un escenario contemporáneo, y tenía el objetivo de que el lector aprendiera a disfrutar de los placeres del sexo. Podría decirse incluso que fue el primer educador sexual de su época. 

Estas son algunas de las imágenes que han rondado desde el siglo XVI, XVII y hasta nuestros días, del I modi