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El campamento de White Ocean es atacado en el festival Burning Man, aparentemente como protesta contra los llamados "parásitos" que están destruyendo el espíritu original del festival

Burning Man, el festival que por varios años fue quizás lo más parecido a un moderno rito de iniciación estilo Eleusis, o a una zona temporalmente autónoma (como las que propone Peter Lamborn Wilson), en los últimos años se ha vuelto un evento masivo, de más de 70 mil personas, con boletos que cuestan 850 dólares y campamentos cerrados. Es decir, un lugar elitista. La sensación que algunos experimentados burners han compartido es que los millonarios de Silicon Valley, las celebridades de Hollywood y el jet set mundial han empezado a corromper el espíritu de libertad y experimentación de nuevas formas de organizarse y percibir la realidad, convirtiendo el lugar simplemente en un rave de gente bonita y adinerada en un lugar psicodélico. 

Esta sensación creciente al parecer ha llegado a su primer punto crítico luego de que se anunciara que hace un par de días el campamento de White Ocean (un campamento cerrado fundado por un millonario ruso y el DJ Paul Oakenfold, entre otros) fue agredido por los que los miembros de este camp describen como "hooligans". Los agresores cortaron la fuente de poder, inundaron el campamento y robaron algunas cosas. Se cree que el ataque fue sobre todo de corte político para "tomar de regreso Burning Man de las manos de la clase parásita", esto es, una crítica a que los ricos no construyen sus propios campamentos, sino que pagan para que todo sea montado para ellos, cuando el espíritu original de Burning Man era la colaboración y el "do it yourself".

Los miembros de White Ocean escribieron en Facebook que nunca pensaron que esto podía pasar en su "utopía de Burning Man". Algunas personas en Facebook contestaron que habían recibido su merecido y que seguramente no les sería problema pagar unos helicópteros para que resarcieran su campamento.

Ésta es la primera señal de un enfrentamiento y una seria polarización de clases en el desierto de Black Rock en Nevada. Al parecer el dinero y los valores que promueven están ya envenenado toda La Playa y la utopía de crear una ciudad fuera del sistema, un lugar para celebrar una posibilidad alterna está herida, quizás de muerte. 

Según relata The Guardian, un comentarista en Facebook escribió al post de White Ocean: "Todo el evento de Burning Man debería ser reducido a las cenizas, ya que es tan elitista y exclusivo. Pero eso sólo es mi opinión".