David Duke, antiguo líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan y exlegislador del estado de Luisiana, llamó el miércoles pasado a votar por Donald Trump en su programa de radio. No hacerlo, afirma Duke, "es una traición a nuestra herencia", esto es, a la de los "americanos europeos", como se denominan a sí mismos.
Duke ve los votos para Trump como una opción estratégica frente al resto de los candidatos: "Votar por esta gente, votar contra Donald Trump en este punto, es realmente una traición a nuestra herencia", y aunque aseguró que no está de acuerdo con todo lo que el republicano propone ni lo ha apoyado formalmente, "apoyo su candidatura y apoyo votar por él como acción estratégica. Espero que haga todo lo que esperamos que haga".
El ex gran maestro del KKK llamó a su audiencia a "tomar acciones" como voluntarios en favor de Trump. Y es que nada más lógico que un montón de rednecks de Luisiana atizando el odio racial y el nacionalismo segregacionista pues, en los cuarteles generales de Trump, los voluntarios "van a conocer gente que tendrá el mismo tipo de ideas que ustedes".
En entrevista con POLITICO, Duke dijo que gracias a Trump es posible tocar temas raciales en política de manera radical: "Él ha hecho que esté bien hablar de estas increíbles preocupaciones de los europeo-americanos de hoy, porque creo que los europeo-americanos saben que son el único grupo que no puede defender sus propios intereses esenciales y sus puntos de vista", acotando que su victoria electoral "significará mucho para los derechos humanos de los europeo-americanos".
Otros notorios líderes racistas han expresado también su apoyo a Trump, como el extremista francés Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional de Francia.