M. C. Escher se basó en infernal preparatoria para crear sus emblemáticas escaleras
Por: Jimena O. - 07/15/2015
Por: Jimena O. - 07/15/2015
Las topologías imposibles del artista M. C. Escher (1898-1972) son mundialmente famosas, pero es posible que su inspiración tenga una fuente reconocible y concreta: la antigua preparatoria Lorentz en Arnhem, Holanda, que tuvo un papel fundamental en él, pero no precisamente por su formación académica.
Micky Piller, curador del Museo Escher, descubrió recientemente las referencias de elementos arquitectónicos en obras como Otro mundo (1947) y Relatividad (1953) en las antiguas escaleras de su colegio. Los académicos creían que Escher había dejado de dibujar naturaleza en el año '35, cuando salió de Italia. Según Piller, los estudiosos "asumieron que dejó de dibujar paisajes para empezar a hacer paisajes mentales".
Sin embargo, sus intrincadas expediciones mentales pudieron ser motivadas por malos recuerdos de adolescencia. Según Piller, "Escher odiaba la escuela. Asistió entre 1912 y 1918 y reprobó su examen. Lo llamaba 'el infierno de Arnhem'. Solo le gustaban las clases de dibujo". Pero luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando ya era un sólido artista, se le pidió que hiciera un mural en memoria de los alumnos de la escuela que habían sido asesinados durante la guerra.
"Vio entonces con ojos frescos las posibilidades en la arquitectura de la escuela, especialmente de las escalinatas", y muchos trabajos del período guardan relación con dichas formas y geometrías. Sobre las escaleras imposibles, Escher dijo en 1963:
No puedo evitar burlarme de todas nuestras inquebrantables certezas. Es muy divertido, por ejemplo, deliberadamente confundir dos y tres dimensiones, el plano y el espacio, o gastarle bromas a la gravedad. ¿Estás seguro de que un suelo no puede ser un techo? ¿Estás absolutamente seguro de que subes cuando caminas por una escalera?
La preparatoria Lorentz fue construida en 1905 bajo un diseño de G. Versteeg, inspirado en el estilo de la Escuela de Ámsterdam. Fue nombrada en honor a H. Lorentz, un antiguo alumno que ganó el premio Nobel de Física en 1902. Hoy en día es un monumento.