*

Recordando los mejores engaños y hoaxes de la historia moderna (INFOGRÁFICO)

Por: Luis Alberto Hara - 04/03/2015

Siempre hay alguien dispuesto a pagar 1 centavo o 1 dólar por ver una huella auténtica de Pie Grande, el abominable hombre de las nieves o el ojo vitrificado de JFK. Estos son algunos de los hoaxes más exitosos de la historia

"Un tonto nace cada minuto", decía el gran P. T. Barnum, a lo que añadía que a cada tonto se le podía sacar 1 dólar para mostrarle alguna atracción fuera de lo común. La premisa fue adoptada por el explorador y periodista Robert Ripley para su famosa serie Believe It Or Not!, y la Historia nos muestra que la curiosidad y la necesidad de creer que "la verdad está allá afuera" permiten jugar divertidas bromas con la credulidad de la gente.

La explosión informativa de internet y la circulación masiva sin filtros de la información ha permitido que en nuestra era los hoaxes sean cosa de todos los días. Sin embargo, hay una fina tradición de varios siglos que merece ser recordada.

En su ontología, los hoaxes nos enfrentan con una doble interrogación filosófica. Por una parte nos muestran la facilidad (la credulidad) con la que tomamos las cosas por verdaderas haciendo espectrales las líneas divisorias de la realidad y, particularmente, haciéndonos cuestionar el aparato de generación de noticias y la misma percepción humana. Entendemos a veces que a veces las cosas pueden ser hoaxes y reales o, en palabras de Robert Anton Wilson: "Todos los fenómenos son reales en algún sentido, irreales en algún sentido, sin sentido y reales  en algún sentido,  sin sentido e irreales en algún sentido y sin sentido reales e irreales en algún sentido… y si repites 666 veces esto alcanzarás la iluminación suprema… en algún sentido". Esto es una especie de psicología cuántica con la cual mirar la realidad --que es inextricable de la percepción que la modifica.

El otro aspecto rescatable de los hoaxes es que sirve como un escenario lúdico para poner a prueba nuestra capacidad de subvertir, escarnecer, prestidigitar, manipular o amagar la realidad en un contorno moderno de consumo de medios. Los hoaxsters son los nuevos pranksters y los nuevos ilusionistas, está vez utilizando la materia prima de la información como sus espejismos. De esta manera estrechan la liga de lo real y se burlan de la forma en que las creencias y los atavismos del cerebro humano producen la realidad. Llevan a cabo una heurística del principio enarbolado por Anton Wilson: "Reality is what you can get away with".

El sitio Best Psychology realizó este infográfico donde destacan una decena de los mejores engaños de la historia moderna, desde el autómata que le ganó una partida de ajedrez a Napoleón hasta la legendaria Guerra de los mundos donde Orson Welles hizo creer a muchos que Estados Unidos estaba siendo invadido por fuerzas militares marcianas.