*

Reflexiones de un sadhu (hombre santo de la India)

Por: Jimena O. - 03/28/2015

Por primera vez un sadhu acepta abrir su historia y esta se plasma en una cimbrante autobiografía

_66055141_american-rampuri1

En el misticismo hindú, el sadhu (sādhu, del sánscrito “buen hombre”, “hombre santo”) ocupa un lugar especial. A medio camino entre el asceta y el yogui, él se caracteriza por una vida errabunda y solitaria, enfocada en la búsqueda persistente y casi exclusiva de la liberación. Las ropas en tonos ocres, que simbolizan su voluntad de renunciación (sanyāsa), distinguen a estos monjes de otros.

La sobriedad, hasta cierto punto hermética, que caracteriza a estos hombres santos empapa de misterio su vida y sus actos. Y por eso, un documento impreso hace un par de años adquirió tal valor: nos abre las puertas a la vida de un sadhu. 

NewImage_2

Hace poco, un sadhu de nombre Rampuri, perteneciente desde hace varias décadas a la orden de los Naga Babas, dio a la imprenta un relato autobiográfico que subtituló Un viaje por la India mística. Gracias a este texto tenemos una idea de cómo es el camino de un monje asceta hacia la liberación de la mente.

Entre la voluntad didáctica y la atmósfera característica del misticismo hindú, Rampuri va trazando ese camino no siempre claro pero sí lleno de certeza, trenzado netamente con su propia vida:

Uno de esos días, el mundo de 10 años de Hari Puri Baba cambió. Encantado por el baba, y siempre un cabeza dura, el niño decidió seguir a Sandhya Puri Baba. Él no quería convertirse en un astrólogo, diciéndole a los demás qué hacer. Quería ser libre como el viento, vagando de aquí para allá, aprendiendo y practicando siddhis como Sandhya Puri Maharaj. Las lágrimas de su madre no pudieron detenerlo (con todo, su madre le dio su permiso y su bendición para irse), y su padre, impresionado por Sandhya Puri Baba, coligió que si su hijo sería un sadhu, entonces al menos tendría la disciplina de un gran santo.

A lo largo del relato surgen ideas y conceptos que quizás pueden ya ser conocidos pero quedan vivificados por la experiencia directa de Rampuri, para quien significaron realidades materiales y espirituales.

om purnamadah purnamidam

purnat purnamudacyate

purnasya purnamadaya

purnameva vasisyate

om shanti shanti shantih !

 

(«Eso es todo, esto es todo.

Del todo, el todo se manifiesta.

Cuando el todo se toma del todo,

¡el todo permanece!»)