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El nuevo laboratorio de las empresas israelíes de seguridad está en la frontera de México y Estados Unidos

Por: Luis Alberto Hara - 02/04/2015

Algunas empresas que han trabajado con tecnología en la frontera de Palestina buscan ahora impedir el paso de migrantes a EE.UU.

AR-130209786Una de las grandes promesas de la administración de Obama ha sido su reforma migratoria que, según su propuesta, legalizaría a hasta 11 millones de indocumentados. Y aunque Obama ha recurrido a facultades exclusivas del presidente para lograr avances migratorios, la realidad es que siempre ha estado dispuesto a canjear nuevas medidas migratorias por la militarización y supervigilancia de la frontera con México. 

Para formar una idea más clara de lo anterior, desde marzo de 2013 se han hecho al menos 10 mil vuelos de drones vigilando la frontera, un ejemplo de cómo en pocos años se ha intensificado la actividad de seguridad en la frontera. 

Como todas la jugadas que apuestan por la “seguridad nacional” de Estados Unidos, estas nuevas estrategias han ido de la mano de millonarios beneficios para algunas corporaciones: un ejemplo de ello es la compañía israelí Elbit Systems, una de las preferidas en la proveduría de tecnología en la Franja de Gaza. 

Así, algunos periodistas como Jimmy Johnson, han acuñado la frase de la frontera México-Palestina, aludiendo a que estos más de 3 mil kilómetros de frontera están convirtiéndose en un centro de negocios y un laboratorio para empresas israelíes, gracias al programa Global Advantage, que ha permitido la contratación de Elbit Systems.

El anterior programa permite la compra y uso de aditamentos de seguridad como vehículos de vigilancia, sistemas miniaéreos no tripulados, vallas inteligentes y barreras fortificadas con la habilidad de registrar movimientos con sensores aun sin que se les toque.

Una de las cuestiones más escandalosas es que se han previsto proyecciones para que la frontera de México sea un centro de negocios para este tipo de empresas que, por ejemplo, contratarían mano de obra barata del lado mexicano para que fabricasen los equipos que posteriormente serían usados para impedir el ingreso de sus pares. 

Todo lo anterior ha sido registrado en el libro de Timothy Dunn, The Militarization of the U.S. Mexico Border, un repaso por un fenómeno que criminaliza la presencia humana de tal manera que una inminente distopía pareciera estarse generando silenciosamente, con millonarios beneficios para algunos.