El cáncer de mama, que a nivel mundial representa 16% de todos los cánceres femeninos, a menudo deja a las sobrevivientes con grandes cicatrices debido a la cirugía de mastectomía. Los cirujanos remueven pezones, o incluso pechos enteros, y dejan a las mujeres con un recordatorio permanente de la situación que atravesaron.
Precisamente por el grandísimo índice de mastectomías en el mundo, el proyecto Personal Ink (P.INK) es una suerte de alivio alternativo para mujeres incómodas con sus marcas quirúrgicas. La aplicación pone en contacto a sobrevivientes de cáncer con tatuadores profesionales, quienes crean diseños especiales para cubrir las cicatrices en los pechos o, por el contrario, resaltar su belleza.
Un tatuaje puede ayudar a las personas a reclamar su cuerpo y transformar estética y emocionalmente el desfiguro de la cirugía. En la aplicación puedes ver cómo se te vería un tatuaje en realidad.
“Los tatuajes y estudios de tatuaje pueden ser intimidantes”, apunta Sesh Moodley, quien creó la campaña. “Tienen un poco de estigma añadido y, para la mayoría de las sobrevivientes de cáncer, la idea de tatuajes simplemente no está en su radar. La aplicación Inkspiration les ofrece una manera creativa de sanar”.