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En México únicamente en su capital es legal el aborto, por ello, las mujeres del resto de la república realizan abortos clandestinos y muchas de ellas enfrentan cargos criminales por hacerlo; esto, aunado a la frágil situación legal en la que algunos panistas quieren ponerlas.

Muchas veces las creencias religiosas confunden las normas morales, incluso aunque en el fondo lo que se propicie no sea ético. Un ejemplo de esto es que la iglesia católica asesinara personas con argumentos moralistas, es decir, que pretendían justificar los asesinatos como buenos y necesarios ante los ojos de dios.

Algo así ocurre cuando los políticos intentan introducir sus moralismos particulares en las decisiones públicas, en lugar de hacerlo bajo criterios de valores más generales y genuinos, mismos que dan vida y se encuentran en los derechos humanos.

aborto 2Como ejemplo de ese fenómeno, el diputado panista por el Distrito Federal, Orlando Balderas, cree que la Ciudad de México está en peligro de convertirse un centro de turismo médico para el aborto, por lo que propone una ley que prohíba que aquellas mujeres mexicanas, no capitalinas, puedan realizarse este tipo de procesos.

Lo anterior resulta preocupante cuando algunas cifras revelan que sólo 1 de cada 60 abortos en México es legal, según el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE); esto significa que, aunque en una ciudad del país es seguro realizarse un aborto, la mayoría se continúa realizando bajo condiciones peligrosas y clandestinas, arriesgando con ello la vida de las mujeres.

Además, según Regina Tamés, el número de denuncias que criminalizan a las mujeres que abortan pasó de 62 durante el periodo 1992-2007, a 679 entre 2009-2011. Es decir, las anteriores fueron mujeres que enfrentaron no sólo la difícil decisión de abortar, sino, además, los peligros de hacerlo bajo condiciones clandestinas y el hecho de vivir un proceso penal por denuncias, generalmente anónimas, de personas que absurdamente creen (por sus juicios de valor) que esa mujer merece un castigo.

Según GIRE, 151 mujeres en México fueron sometidas a un proceso penal por aborto desde 2007, con  más de 41 casos de prisión preventiva. Algunos de esos casos penales implicaron los de mujeres que sufrieron abortos espontáneos.

Los moralismos pues, continúan permeando las decisiones de los gobernantes, fenómeno que quizá nunca cesará. Pero permitir que por sus creencias los derechos ganados de las mujeres retrocedan después de tanto esfuerzo, es simplemente un absurdo.