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El primer disco en 5 años de Café Tacvba es una genuina manifestación de su madurez musical, por momentos un folk cósmico que refleja una conciencia mística y por otros una desnudez emocional que se vuelve tierna y telúrica.

Hace 5 años que Café Tacvba no se juntaba para hacer un disco, y después de un lustro es probable que esta banda, formada en Ciudad Satélite, se mantenga como la banda de rock más importante que hay en México (al menos la más consistente y vigente). "El Objeto Antes Llamado Disco" rebosa honestidad, un proceso de búsqueda personal que se reúne, en cada integrante, para celebrar la vida con humor y amor.

La evolución de su sonido no es muy pretenciosa, persiste en su fusión de la música mestiza mexicana, el rock y la incorporación de electrónica, haciendo énfasis en la riqueza lírica (sin duda uno de sus discos más logrado en este aspecto). Algunas canciones se acercan a un folk cósmico --que no solo toma elementos indígenas mexicanos, también andinos y hasta celtas-- imbuidos por una energía centrada, que se atreve a a jugar pero desde ese centro y una letra que utiliza metáforas mayas y budistas. Dice Joselo: "Este nuevo disco tiene más corazón que cabeza", las canciones surgen con su propia fuerza, los tacubos han aprendido que sentir es más importante que pensar: esa es en parte su madurez.

El contenido cósmico uno sospecha viene por parte del vocalista camaleónico Ruben Albarrán, quien ahora se hace llamar, K`kame ("el que avanza paso a paso hacia el conocimiento") una referencia al parecer chamánica. Aunque Albarrán no participa en la composición de la música, según revela Joselo, algunas de las canciones son transformadas líricamente por él,  quien añade "algo más místico". Albarrán aporta el magnetismo del rockstar que se reinventa, y en su caso que lucha permanentemente para destruir su ego.  Su exploración espiritual lo ha llevado a acercarse al budismo y a las culturas indígenas mexicanas y probablemente a la experimentación con sustancias psicodélicas --hace algunos años uno podía verlo frecuentar la zona de Palenque, tierra de la profecía maya y tierra de psilocibina, estudiando la frecuencia 13:20.

La canción "Andamios" es una bella metáfora melódica del concepto de "Maia", la ilusión de esta realidad, que refleja un cierto grado de conciencia por su parte. Los tacubos quieren ser llevados con el Arquitecto de la Matrix para que les muestre el código: "Muéstrame aquellos andamios que hay detras de lo real... /¿quién construye el escenario donde actuamos tu yo?.../ muestrame aquellos bocetos, el blueprint de la creacion , que está todo conectado/se rumora que no sosmos dos, uno solo somos tu y yo".

"Zopilote" se torna una aventura sci-fi de carroña interespacial: "el zopilote comienza a pensar allá en las estrellas qué más habrá... /vamos hacia allá". Y "Volcán" es una clara alusión al misticismo indígena mexicano en su nuevo despertar:  "vuelo sobre tus mares, entre tus montes sobre el maizal, libre la serpiente vuela, Profeta Venus-Kukulcán..  y con mi saliva busco una salida sabia savia tan vital... de  mi alma que abre como un bello volcán"

A fin de cuentas "El Objeto Antes Llamado Disco", grabado ante audiencias en vivo en distintas ciudades del mundo, deja un buen sabor de boca. Serenidad y pasión que no se desborda, ni pretende volar demasiado alto. Gratitud y comunión con la tierra. Una cierta sabiduría existencial: que consiste fundamentalmente en aceptar el misterio de la vida. La música refleja con dulzura y fidelidad este proceso de encontrarse a sí mismos.

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Twitter del autor: @alepholo