Probablemente la ciencia ha quedado empantanada en un círculo que parece no tener fin. Descubrir nuevas materias, cyborgs, la robótica, expediciones espaciales son, por ahora, el principio de una era que promete descubrimientos impensables. Sin embargo, las llamadas ciencias duras también poseen una cara que revela inocencia, curiosidad, morbo e incluso cierto sinsentido (a pesar de ser, supuestamente, la cima de la razón cartesiana: lógica y metódica).
Los convencionalismos, sin embargo, la han convertido en algo inaccesible y ajeno a la vida cotidiana. ¿En qué momento la ciencia comienza a perder su carácter elitista para mutar en circunstancias mundanas donde las mayorías podrían reflexionar sobre los mecanismos químicos, naturales y físicos que nos rodean?
En ese sentido, los premios Ig Nobel se han encargado, bajo el lema “primero hacer reír y después hacer reflexionar”, de premiar a las investigaciones poco “importantes” en el campo de la ciencia. Este galardón, más allá de exponer descubrimientos bizarros y absurdos, tiene como principal motivación desmitificar la complejidad con la que las ciencias duras han sido estigmatizadas.
¿Por qué la Torre Eiffel parece más pequeña cuando se le mira inclinándose hacia la izquierda? ¿Por qué cuando caminas en círculos con una taza de café se derrama el líquido? ¿Por qué el cerebro del salmón sigue registrando actividad aun cuando este ha muerto? Preguntas que tienen como respuesta una investigación seria y fundamentada en la que, de acuerdo al cabal proceso de selección, ha sido comprobada como si se tratase de la energía oscura y la expansión acelerada del universo.
Más que un reconocimiento, los Ig Nobel podrían ser una fiesta donde los científicos y organizadores (y los premiados, por supuesto) celebran que, para fortuna de la humanidad, la ciencia puede tener como escenario lo lúdico, lo irreverente y lo irónico.
La siguiente lista enumera a los 10 ganadores que fueron premiados con el Ig Nobel 2012. Las distintas ramas en que se repartió este reconocimiento van desde la dinámica de fluidos hasta la literatura.
Psicología: Anita Eerland, Rolf Zwaan y Tulio Guadalupe, quienes descubrieron que “inclinarse a la izquierda hace que la Torre Eiffel parezca más pequeña”.
Paz: The SKN company, por desarrollar “tecnología para convertir municiones rusas en diamantes”.
Acústica: Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada, los inventores de “SpeechJammer, la máquina que desenmaraña el diálogo y lo retarda".
Neurociencia: Craig Bennett, Abigail Baird, Michael Miller y George Wolford, “Demostrando que mediante el uso de instrumentos complejos y estadísticas simples se puede registrar la actividad cerebral en cualquier lugar, incluso en los salmones muertos".
Química: Johan Pettersson, quien “resolvió el rompecabezas de por qué, en determinadas casas de Anderslöv, Suecia, el cabello de las personas se torna verde”.
Literatura: La Oficina General de Contabilidad del Gobierno de los Estados Unidos, “Emitiendo el reporte del reporte del reporte que recomienda la preparación sobre el reporte del reporte del reporte".
Física: Joseph Keller, Raymond Goldstein, Patrick Warren y Robin Ball, “Calculando la correlación de fuerzas que dan forma y movimiento a una coleta de cabello humano”.
Dinámica de fluidos: Rouslan Krechetnikov y Hans Mayer, “Estudiando la dinámica del líquido para saber lo que sucede cuando una persona camina con una taza de café”.
Anatomía: Frans de Waal y Jeniffer Pocorny, “Descubriendo que los chimpancés pueden identificar a otros chimpancés mirando sus fotografías desde sus extremos posteriores”.
Medicina: Emmanuel Ben Soussan, “Asesorando a los médicos que realizan colonoscopías para reducir el riesgo de explosión de sus pacientes”.
[Guardian]