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Televisoras vuelven a censurar abucheo de miles de aficionados al presidente de México

Política

Por: Jimena O. - 07/14/2011

Televisoras mexicanas sirven como agentes de propaganda y marketing del presidente Felipe Calderón.

Como suele ocurrir políticos y federativos del futbol mexicano se subieron a la carroza del triunfo de la selección mexicana sub-17, intentando desesperadamente que se les asociara (aunque sea solo de forma inconsciente) con los impolutos jóvenes que dieron una gran alegría el pueblo mexicano.  De la misma forma que las marcas utilizan a las celebridades para implantar en la mente del consumidor una asociación entre su producto y el placer que esa celebridad les ha generado, Felipe Calderón fue tomado festejando por las cámaras del duopolio de televisoras, TV Azteca y Televisa, justo en el momento en el que anotaron el primer gol los seleccionados, en una toma-impronta que rayó entre lo subliminal y la más primitiva propaganda estatal, en una especie de patrocinio estatal del gol (gol de Calderón).

Por supuesto, Calderón también aprovechó el triunfo en la Copa del Mundo para tomarse la foto en la residencia oficial con los sonrientes adolescentes que lograron coronarse (al igual que el mandamás del DF, Marcelo Ebrard).

La alineación de los medios (dueños del futbol) y el Estado quedó clara otra vez con la censura del abucheo que miles de aficionados profirieron al presidente Calderón en el Estadio Azteca. Escribe José Gil Olmos en Proceso:

«De nueva cuenta, las televisoras le bajaron el volumen al abucheo que miles de mexicanos le propinaron al presidente Felipe Calderón, el pasado domingo 10, cuando fue anunciada su asistencia en la final del Mundial Sub-17 y, luego, cuando entregó la copa de campeones del mundo en el estadio Azteca.

»Antes de iniciar el juego en el coso de Santa Úrsula, propiedad de Televisa, el sonido local anunció la presencia de Calderón, quien ante las cámaras apareció sonriente, quizá esperando un aplauso, luego de que en las últimas encuestas hubo una percepción favorable en torno de su imagen, sobre todo después del diálogo que sostuvo en el Castillo de Chapultepec con los integrantes del Movimiento Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia.

»Sin embargo, para su sorpresa y la de sus estrategas de imagen, se oyó fuerte el abucheo de miles de asistentes a la final México-Uruguay, pero, como ha ocurrido en otras ocasiones, la televisora bajó de inmediato el volumen del sonido, para que se perdiera a los pocos segundos con la algarabía del inicio del partido».

Durante su discurso en Los Pinos con los seleccionados, Calderón cayó en lo descarado diciendo que después del triunfo de la sub-17 el país no iba ser el mismo, como si mágicamente el espíritu que los llevó a la victoria se fuera a imbuir en la psique colectiva.  O como si bajo el estupor del triunfo todos olvidáramos las decenas de miles de muertes que su nefanda y obstinada estrategia  política ha provocado. O como si la realidad fuera uno de esos videojuegos que tanto le gustan al presidente y se pudiera presionar el botón de reinicio, en la cresta de la simulación, cuando ya te han matado.