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¿Qué es la antimateria y qué pasaría si realmente existe?

Por: Luis Alberto Hara - 05/31/2011

La agencia espacial estadounidense (NASA) intensifica su cruzada por encontrar uno de los elementos más enigmáticos del universo: la antimateria. Su estudio podría arrojar respuestas decisivas en la evolución de nuestro entendimiento cósmico

Recientemente la NASA anunció que astronautas del transbordador espacial Endeavour lograon instalar un Espectómetro Alfa Magnético (AMS) en la Estación Espacial Internacional. El objetivo de este extravagante dispositivo es muy claro: encontrar antimateria. Al parecer, y de acuerdo con investigadores de la agencia espacial estadounidense, este logro transformaría radicalmente nuestra forma de entender el universo y por lo visto podríamos estar más cerca de conquistarlo de lo que suponemos.

En la década de los veintes, el físico británico Paul Dirac intentaba sintonizar el principio de la relatividad acuñado por Einstein con algunas de las reglas básicas de la mecánica cuántica (sistema matemático enfocado en explicar el comportamiento de pequeñas partículas). Sin embargo, Dirac encontraba invariablemente un error en la ecuación que utilizaba para dilucidar esta relación, la aparición de un extraño signo negativo. Con el tiempo el investigador británico terminaría por darse cuenta de que la cualidad negativa de este símbolo matemático no era un error sino una revelación: aludía a una misteriosa forma de materia "invertida". Tenía que existir una partícula inédita con el mismo peso de un electrón cargado negativamente. Fue así como surgió la noción de antimateria, uno de los conceptos más intrigantes de la astrofísica. En este sentido Dirac fue el primer científico en comprobar, en un plano hipotético, la existencia de la antimateria.

Poco después, Carl Anderson, investigador de Caltech, encontró en su laboratorio el eslabón perdido: un electrón cargado positivamente al cual llamó positrón. Eventualmente tanto Anderson como Dirac obtendrían el Premio Nobel de física por esta investigación. Y desde entonces los científicos han descubierto múltiples formas de antimateria, como el antiprotón y el antineutrón. Aparentemente la materia y la antimateria no se llevan del todo bien: cuando una partícula se encuentra con su respectiva antipartícula, éstas se aniquilan mutuamente liberando grandes cantidades de energía (algo que recuerda a las historias de ciencia ficción en las que universos paralelos se confrontan). Por esta razón, cada vez que parece posible aislar una muestra de antimateria en la Tierra, su desaparición es casi instantánea. Anderson fue capaz de detectar los rastros liberados por este fenómeno con un dispositivo llamado la "cámara de nubes".

Una vez comprobada la existencia de antimateria se detonó un nuevo horizonte de potenciales experimentos y, en la actualidad, se están dedicando enormes recursos al estudio científicos de estas partículas con las esperanza de que su elusiva naturaleza tenga para nosotros innumerables secretos que se traduzcan en una especie de salto evolutivo dentro de nuestra interpretación del universo. "Si encontramos una diferencia inesperada entre las partículas y las antipartículas, nuestra más fundamental descripción de la realidad podría estar equivocada y las implicaciones de ello impactarían en todas nuestras teorías. Toda ley física estaría potencialmente en riesgo", asegura Gerald Gabrielse, físico de la Universidad de Harvard.

[WashingtonPost]