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Con diseños de Gaultier, Givenchy, y la última pieza de Alexander McQueen, Karlie Kloss transmuta en etéreas muñecas rusas

Una de las virtudes más notables del fashion es su capacidad para provocar catarsis sutiles, a través de la estética, en la psique humana. Recurriendo a diseños confeccionados desde la imaginación haute couture, y con la ayuda de ambientación y maquillaje, nos transporta a lugares lejanos que pueden modular los ejes del tiempo y el espacio, como por ejemplo conducirnos a un microcosmos de principios del siglo XX en Rusia, en donde somos recibidos por hipnóticas muñecas.

En lo que resulta su más inspiradora editorial (photoshoot temático), Karlie Kloss encarna antiguas muñecas rusas impregnadas de una gélida dulzura. Con Tim Walker a la cámara, y vistiendo piezas de Juan Paul Gaultier, Givenchy y la histórica última prenda de Alexander McQueen, la modelo estadounidense de 18 años ha protagonizado una memorable sesión fotográfica para la edición inglesa de la revista Vogue.