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México podría elevar a nivel constitucional la prohibición del maíz blanco transgénico

Política

Por: Luis Alberto Hara - 11/19/2024

Ante presiones internacionales, la presidenta de México propone elevar a nivel constitucional la prohibición del maíz transgénico

México está enfrascado en una polémica internacional con Estados Unidos y Canadá con el fin de proteger la riqueza genética de su maíz. Ante nuevas presiones y una posible derrota en un panel de controversia, la presidente de México ha reaccionado sugiriendo una propuesta proteccionista más fuerte: elevar al nivel de la constitución la prohibición de alterar genéticamente el maíz blanco nativo. 

La propuesta de elevar a rango constitucional la prohibición del maíz transgénico en México, impulsada por Claudia Sheinbaum, representa un hito en la defensa de la biodiversidad y la soberanía alimentaria. En un contexto donde las presiones internacionales y los intereses comerciales están en juego, esta iniciativa busca preservar las variedades nativas de maíz blanco, esenciales para la identidad cultural y genética del país. Esta decisión ha generado una controversia significativa, especialmente con Estados Unidos, que exporta grandes cantidades de maíz transgénico a México. En junio de 2023, el gobierno estadounidense inició un panel de controversia bajo el Acuerdo USMCA, alegando que las restricciones mexicanas violan las normas comerciales y carecen de evidencia científica. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, advirtió que México podría perder este arbitraje, aunque el proceso sigue en curso. Sin embargo, Sheinbaum sostiene que la salud pública y la conservación de la biodiversidad genética justifican la prohibición, y subraya que el país es autosuficiente en la producción de maíz blanco para consumo humano.

México es la cuna del maíz, con una riqueza genética única que incluye más de 59 variedades nativas. Estas variedades han sido cultivadas y adaptadas durante milenios a través de sistemas agrícolas tradicionales, como las milpas, que permiten la conservación de semillas y refuerzan los vínculos comunitarios. El riesgo del maíz transgénico radica en la posible contaminación genética: el polen de estos cultivos puede cruzarse con las variedades locales, alterando su composición y reduciendo su capacidad de adaptación a condiciones específicas. Además, el modelo de monocultivo industrial asociado con las semillas transgénicas amenaza la biodiversidad y fomenta la dependencia de los agricultores hacia grandes corporaciones.

La lucha por la protección del maíz va más allá de una simple cuestión comercial; implica preservar un símbolo cultural, garantizar la seguridad alimentaria y defender un modelo agrícola sostenible frente a un clima cada vez más adverso. Aunque Estados Unidos argumenta que el maíz transgénico es seguro, las comunidades mexicanas insisten en los riesgos para la salud y el medio ambiente. La prohibición busca no solo proteger las variedades nativas, sino también mantener la calidad del alimento y la conexión profunda entre el maíz y la vida comunitaria. Organizaciones como la Fundación Semillas de Vida trabajan incansablemente para garantizar que este legado único perdure, fortaleciendo la resistencia de las comunidades rurales frente a los desafíos del siglo XXI.