Sueños, locura, matemáticas… ¿De qué trata realmente 'Alicia en el País de las Maravillas'?
Libros
Por: Mateo León - 04/16/2023
Por: Mateo León - 04/16/2023
Pocos libros en la historia de la literatura gozan de una aceptación tan unánime como Alicia en el país de las maravillas, esa invención genial y entrañable de Lewis Carroll (pseudónimo de Charles Lutwidge Dodgson) que ha cautivado a lectores de todo el mundo desde que fue publicada, hace 150 años.
Paradójicamente, aunque el libro ha tenido muchísimos lectores a lo largo de ese tiempo, ello no ha resultado en poder decir de qué trata el libro realmente. Es cierto que en al menos un par de momentos de su carrera como profesor, Vladimir Nabokov aconsejó a sus estudiantes no mezclar realidad con literatura y desconfiar de quienes intentan encontrar una en la otra, porque hasta cierto punto se trata de universos distintos que funcionan cada uno con sus propias reglas. Sin embargo, también es posible decir que se trata de un impulso de la curiosidad más o menos inevitable, un intento de descifrar el pensamiento del autor y conocer el verdadero significado de una metáfora.
En el caso de Alicia en el país de las maravillas, estas son algunas de las hipótesis más populares al respecto.
Algunos años después de que el psicoanálisis comenzó a ganar presencia en medios intelectuales y académicos, surgió cierta tendencia a encontrar una interpretación sexual de prácticamente cualquier fenómeno.
En este sentido, bajo la premisa un tanto burda de que Freud había demostrado que el sexo está en todo lo que hacemos, se pensó entonces que la literatura no era una excepción.
Así, la caída de Alicia “down the rabbit-hole” sería, desde esta perspectiva, una suerte de regresión al útero materno que finaliza con un renacimiento.
Además, recordemos que Carroll tenía una afición singular por las niñas, a medio camino entre la estética y la perversión.
¿Por qué parece tan sencillo explicar el efecto de diversas drogas con escenas de Alicia en el país de las maravillas? Después de todo, esto puede no ser una casualidad. Hasta ahora no hay evidencia de que Lewis Carroll haya consumido algún tipo de sustancia alucinógena para escribir, más allá de ciertos excéntricos remedios homeopáticos; sin embargo, varios pasajes en el libro (marcadamente el episodio de la oruga fumadora) sugieren lo contrario.
En su ensayo sobre la dificultad, George Steiner recurre a la Comedia de Dante para mostrar cómo a veces los autores incorporan circunstancias de su contexto inmediato a su obra, por ejemplo, con “un chismorreo tan privado que la elucidación depende de una familiaridad casi de calle a calle con la Florencia del siglo XIII”. Para algunos, algo similar sucede con Alicia en el país de las maravillas, en donde algunos personajes y situaciones son conversiones en clave irónica del mundo de Carroll: de sí mismo, de las hermanas Lidell (Lorina, Alice y Edith, a quienes Carroll dedicó el cuento), del croquet que se jugaba en la época, etcétera.
Lisbeth Zwerger (1999)
La comida es uno de los motivos constantes a lo largo de la narración, sea en su forma más obvia (por ejemplo, el pastel que come Alicia y que mágicamente la agiganta) o, con un sentido un poco más simbólico, en esa rara preocupación de algunos personajes por comer o ser comidos. Por este detalle y por lo que se sabe de los hábitos alimenticios de Carroll (era muy delgado y a veces almorzaba sólo una galleta), hay quienes piensan que la obra habla también de desórdenes alimenticios.
Estructuralmente, la narración de Alicia en el país de las maravillas es extraña: aunque todo comienza con cierta “normalidad”, pronto esta se disuelve en una sucesión ininterrumpida de episodios fantásticos por los que Alicia transita sin aparente conexión lógica entre uno y otro… al igual que en los sueños. Hablando sobre su obra, alguna vez Carroll dijo al dramaturgo Tom Taylor que “todo es un sueño, pero no quise revelarlo sino hasta el final”.
Como es sabido, Lewis Carroll fue un gran estudioso de las ciencias de la lógica y las matemáticas, de donde se derivó también su interés sumamente cultivado por el ajedrez y en general los enigmas lúdicos asociados con el cálculo y el pensamiento racional. En este sentido, aunque menos conocida, su obra científica al respecto fue abundante y notable, comprendiendo tratados sobre álgebra, geometría y otras áreas de los campos mencionados, así como títulos (estos sí un poco más populares) de la llamada "matemática recreativa" como El juego de la lógica.
En el caso de A través del espejo y lo que Alicia encontró ahí, recordemos que el relato abre con el diagrama de una partida de ajedrez, representada tanto en tablero como en notación.
Esto se debe a que, en la idea original de Carroll, la travesía fantástica en la que Alicia se ve implicada en esa segunda parte de sus aventuras es un reflejo hiperbólico del camino que sigue un peón desde su casilla original hasta el extremo del tablero en el terreno enemigo, en donde alcanzará finalmente el escaque donde será coronado y por ende convertido en reina.