Con participación histórica, chilenos rechazan una nueva Constitución
Sociedad
Por: Monse Aguilar - 09/05/2022
Por: Monse Aguilar - 09/05/2022
El pasado domingo 4 de septiembre se llevó a cabo en Chile un plebiscito para la redacción de una nueva constitución. Pese a que Gabriel Boric llegó a la presidencia con una mayoría significativa, su popularidad no fue suficiente para motivar a sus adeptos en la votación.
De acuerdo con las estadísticas del conteo rápido, los chilenos votaron rotundamente por el rechazo a una nueva constitución propuesta que, según el presidente Boric, habría dado paso a una nueva era progresista. Sin embargo, el resultado superó con creces las expectativas de la oposición conservadora.
Mientras que en 2020 casi el 80% de los chilenos votó a favor de redactar una nueva constitución, en este 2022 casi el 62% de los votantes rechazaron el nuevo texto (esto con el 99.74% de las urnas contadas).
Hubo informes de largas colas en algunos de los más de tres mil centros de votación en todo el país, con alrededor de quince millones de chilenos elegibles para participar en el referéndum. Las encuestas de abril ya habían predicho que un número considerable de votantes planeaban rechazar la nueva constitución.
La carta propuesta fue la primera en el mundo redactada por una convención dividida en partes iguales entre delegados masculinos y femeninos, pero los críticos dijeron que era demasiado larga, carecía de claridad y fue demasiado lejos en algunas de sus medidas, que incluían caracterizar a Chile como un país “plurinacional”, estableciendo territorios indígenas autónomos y priorizando el medioambiente.
La nueva constitución habría tenido un mayor enfoque en los derechos sociales, el medioambiente y la igualdad de género que la carta existente, la cual fue adoptada durante el gobierno del dictador militar Augusto Pinochet. La nueva propuesta surgió de un acuerdo entre legisladores y manifestantes para poner fin a los disturbios violentos contra la desigualdad en 2019, en los que murieron decenas de personas.
El presidente Gabriel Boric, cuyo gobierno está ligado en gran medida al nuevo texto, dijo que se avecinaban cambios en el gabinete y que el gobierno trabajaría para redactar otra constitución. Así que la lucha por destituir la carta magna de la era de Pinochet sigue en pie.