Leche que no es leche: estudio levanta polémica sobre la calidad de la leche en México
Buena Vida
Por: Patricia Ruiz - 05/31/2022
Por: Patricia Ruiz - 05/31/2022
La Procuraduría Federal del Consumidor acaba de advertir a los consumidores mexicanos sobre que muchas de las marcas de leche en el mercado son engañosas. La PROFECO hace este tipo de análisis con mucha frecuencia, pues su objetivo es garantizar que los consumidores obtengan la mejor calidad de cualquier producto, sea o no alimenticio.
La PROFECO analizó 20 productos, 17 leches y 3 productos lácteos. Algunas de las marcas venden lácteos que no son lo que promocionan en su empaque.
De 8 leches enteras, 3 semidescremadas, 3 deslactosadas y 3 parcialmente descremadas, la PROFECO concluyó que entre más barato es el producto, menos nutrientes contiene.
Uno de los hallazgos más importantes es que existen algunas leches que no cuentan con el mínimo de cantidad de proteína. Por ejemplo, la marca gubernamental Liconsa es la que menos proteína tiene y es la más barata, mientras que Lala, la leche más cara, es la que tiene mayor contenido de proteína.
Otras marcas dan menos producto del que dicen ofrecer. Por ejemplo, una de las marcas es en realidad una mezcla de leche con grasa vegetal.
De acuerdo con la PROFECO, “A cada producto se le determinó el contenido de proteína, grasa y tipo de grasa, lactosa, densidad, sólidos no grasos, aporte calórico y contenido neto, se revisó su información comercial y el cumplimiento con la normatividad”.
Este tipo de informes son importantes por muchas razones. Primero, porque los consumidores tienen el derecho de saber qué es lo que están comprando y en qué gastan su dinero. Pero también porque análisis como estos ponen evidencia la mala calidad de muchos de los alimentos que hay en el mercado. Esto es relevante porque cada vez es más claro que las grandes compañías alimentarias buscan seguir enriqueciéndose a costa de ofrecer alimentos de pésima calidad que no cumplen con los estándares nutricionales.
Cada vez comemos más alimentos procesados, con más químicos y menos nutrientes. Es momento de aprender a alimentarnos lo más sano que podamos y consumir alimentos locales con el menor número posible de químicos.
Imagen de portada: Kenny Eliason / Unsplash