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Un pulpo fotógrafo es sensación en un acuario de Nueva Zelanda

El tema de la inteligencia de los pulpos y los cefalópodos tiene un interés siempre fresco y renovado, especialmente después de un año en el que un documental sobre un hombre y un pulpo, Mi maestro, el pulpo, fue uno de los más vistos de Netflix. Los pulpos son capaces de editar sus propios genes y parecen demostrar que el camino de la inteligencia animal puede ser muy distinto al de la complejidad de los mamíferos. 

En los últimos años se han visto pulpos capaces de usar herramientas, resolver problemas, caminar en la tierra y realizar otras actividades que requieren importante destreza y aprendizaje. Uno de los casos más curiosos en este sentido es el del pulpo Rambo, quien ha sido instruido como fotógrafo (u octógrafo) en el Sea Life Aquarium de Nueva Zelanda.

El video a continuación muestra que Rambo ha aprendido de alguna manera a quitar sus tentáculos del lente para evitar estropear la imagen. Por supuesto, esta habilidad es explotada por este acuario para divertir a los chicos, pues juntarse para que un pulpo les tome una foto es algo muy divertido.

Rambo, quien es hembra, logra captar fotos de calidad, aunque eso también se debe a que la cámara lo hace fácil y, de hecho, este proyecto ha sido estimulado por una marca de cámaras digitales, que ha sido alertada sobre las posibilidades que yacen en los pulpos. Más allá del aspecto del marketing, lo relevante es la admiración ante la belleza e inteligencia de estos animales con una capacidad única de transformarse. 

 


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