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¿Pero tal vez si una nueva visita de la "estrella de Belén"?

Paralelamente a las ideas del Apocalipsis que surgen cada tanto en el pensamiento colectivo de la humanidad, se encuentra también la idea de la "era de Acuario", una versión más positiva que no supone un fin sino un "cambio evolutivo" (esta última un tanto común entre las personas afectas al new age).

El 21 de diciembre se llevará a cabo un evento único desde las perspectivas tanto de la astronomía como de la astrología: la conjunción de Júpiter y Saturno, los dos planetas más grandes de nuestro sistema solar. La conjunción, de hecho, ya se puede apreciar en el cielo y será exacta el 21 de diciembre. Lo que lo hace notable desde la perspectiva astronómica es que será la más cercana desde 1623. Pero más allá del espectáculo visual, para la ciencia la conjunción no significa nada. En realidad ni siquiera es una "conjunción", o lo es sólo desde la perspectiva de la Tierra.

Sin embargo, para la astrología las cosas son distintas, pues supone que los movimientos planetarios son signos de un orden cósmico que tiene patrones o ritmos que afectan al ser humano. El cosmos no es meramente una máquina que avanza ciegamente, sino que es un reflejo de inteligencia y conexión entre lo que sucede en la tierra y en el cielo. El tiempo no es igual siempre, tiene una cierta dimensión cualitativa. A toda escala, de la misma manera que hay un periodo que es bueno para sembrar y otro para cosechar, para expandirse y para retraerse.

Los planetas mismos son expresiones de este proceso rítmico del cosmos. Júpiter significa, entre otras cosas, la expansión; Saturno la retracción. La conjunción de estos planetas, que ocurre cada 20 años, ha sido considerada históricamente el gran evento astrológico que determina un siguiente periodo. Este año, la conjunción ocurre en el grado cero de Acuario y es especialmente notable, pues cambia de elemento, pasando de tierra a aire. Las conjunciones se dan en un mismo elemento por 200 años, por lo cual en cierta manera se puede decir que entramos en un nuevo periodo de 200 años. 

Ahora bien, debido a que la conjunción se lleva a cabo en Acuario, muchas personas en Internet, incluyendo sitios como El Clarín y otros, han publicado información en la que "astrólogos" anuncian un paso hacia la era de Acuario, una afirmación que carece por completo de fundamento. Se podría decir que entramos en un periodo de 20 años regidos por Acuario, pero eso no es a lo que se refiere la era de Acuario. En el 2040 la conjunción ocurrirá en Libra (y en esa ocasión con una gran cantidad de planetas en el mismo signo, lo cual parecería signo de algo más trascendente o cataclísmico), pero ello no significa que entremos a "la era de Libra."

La llamada "era de Acuario" es un supuesto "cambio evolutivo" o espiritual (un concepto vacío) que tiene una historia de dudosa procedencia, teñida por las típicas imprecisiones del new age. Existe en la astrología el llamado "año platónico", que consiste en 12 ciclos de 2,160 años en promedio, y marca una rotación completa del movimiento de precesión de los equinoccios. Se cree que actualmente estamos en la era de Piscis y el siguiente signo sería Acuario. Sin embargo, no existe ningún tipo de consenso sobre cuándo inició esta última era ni tampoco sobre cómo delimitar cada franja celeste (los signos del zodiaco). Algunos astrólogos dan una fecha cercana al año 2430; otros dicen que ya estamos en la era de Acuario desde hace algunas décadas.

Otra razón por la cual este concepto de la era de Acuario es un poco turbio es que se basa en una interpretación engañosa del significado de este signo. Acuario ha sido tradicionalmente regido por Saturno, y toma los atributos de este planeta, famosamente llamado el "Gran Maléfico". Contrario a esto, el new age interpreta la era de Acuario como si se tratara de una meliflua era de expansión espiritual, libertad, paz y amor, es decir, en muchos sentidos el significado opuesto de Acuario y sobre todo de Saturno. Algo que también se debe tomar en cuenta cuando se interpreta esta conjunción planetaria es que ocurre en el domicilio de Saturno, por lo cual es este planeta el que rige (el kronokrator) y de alguna manera marcaría el tiempo subsecuente. La astrología moderna new age reemplazo a Saturno por Urano y proyectó un nuevo simbolismo a Acuario. Y aunque algunos astrólogos aceptan la  innovación, son pocos los astrólogos serios que despojan completamente a Acuario de sus cualidades saturninas.

Quizá la razón por la que algunas personas ven en esta conjunción una "era de Acuario" tiene que ver con el duro año que se ha vivido en todo el mundo y la constante necesidad de encontrar sentido y confort. Queremos creer que las cosas serán mejores. Pero si alguna utilidad tiene la astrología no es esa, sino la de entender los ciclos de la naturaleza y estar listos para afrontar las dificultades sin buscar consuelo en la fantasía. La realidad es que los pronósticos del futuro no son muy alentadores, y en esto coinciden la astrología y la ciencia climática. Más que en la era de Acuario, parece que estamos en la era de Kali, como creen en India: la era de la oscuridad y la confusión.

Por otra parte, la Gran Conjunción –esta y todas las demás– es entendida por muchos como la llamada "estrella de Belén". Según escribe el astrólogo Pablo Ianiszewzki:

el año VII a. C. la gran conjunción de Júpiter y Saturno en Piscis fue triple, ya que los movimientos retrógrados de ambos planetas los llevaron a separarse y volverse a unir tres veces. Pero lo más destacado es que mientras esto ocurría, todos los planetas clásicos, con excepción de Saturno, más las dos luminarias del Sol y la Luna, se encontraban en sus respectivos domicilios zodiacal.

La Gran Conjunción ocurrió ese año en agosto. En esa ocasión, las posiciones de los planetas eran muy auspiciosas, pues ocurrió justamente lo opuesto que ahroa: Júpiter estaba en su domicilio y Saturno lo visitaba, además había otras alineaciones positivas. Así que se podría argumentar que la "estrella de Belén" que, según el relato bíblico, indicó a los Reyes Magos el camino hacia el pesebre donde nació Jesucristo, fue algo único, que tenía que ver con las posiciones de los astros en ese momento. Otros podrían argumentar que lo visto en el cielo es simplemente la unión de Júpiter y Saturno, y por lo tanto se habla de "la estrella de Belén". Pero en ese caso habría que decir que la "estrella de Belén" pasa cada 20 años y eso cambia radicalmente el significado que tiene para el cristianismo y los creyentes. Vemos que muchos medios, incluso sitios de astronomía, buscando clics, hablan de la estrella de Belén ocurriendo este año. Pero aun esto depende una cierta interpretación.

 


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