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Según el budismo, estas son las razones que impiden el correcto funcionamiento de la memoria

A menudo ocurre que uno intenta memorizar algo o retener información y simplemente no lo logra. Sobra decir que esto puede ser frustrante y algo que detiene nuestro progreso intelectual. Hay muchas explicaciones para entender por qué la memoria falla, desde la edad hasta la falta de interés. El budismo, sin embargo, asocia esta falta de memoria con ciertas aflicciones de la mente que pueden corregirse.

Es importante notar que la memoria es esencial para toda práctica espiritual. San Agustín consideró que la memoria era parte esencial del alma. En el budismo, la memoria o el recolectar las cosas (el dharma, sobre todo) es indispensable en un sendero hacia el despertar. Incluso el término mindfulness, con el cual se ha popularizado y secularizado la meditación budista, es una traducción de una palabra sánscrita o pali que significa simplemente "recordar" (smrti, sati). Meditar, cultivar la mente, es recordar. Recodar aquello integral para nuestro desarrollo.

El Venerable Mahawala Upali, un erudito monje theravada de Sri Lanka, hace referencia a la importancia de tener una buena memoria. En una ocasión, el Buda le dijo a un brahmán que existían cinco razones por las cuales una persona no recuerda las cosas:

1. Justo como cuando se añaden pigmentos al agua esta pierde su claridad, así también el deseo de objetos oscurece la mente y hace que sea difícil recordar.

2. Justo como es imposible ver a través del agua hirviendo, así también una mente hirviendo con resentimiento o enojo no puede ver claramente.

3. Justo como el fondo de un pantano no puede verse cuando esta cubierto por enredaderas, una mente floja y amodorrada no puede entender claramente.

4. Justo como cuando la superficie del agua es agitada por el viento, una mente intranquila se agita y no puede pensar con nitidez.

5. Justo como no puede verse a través del agua en la oscuridad, nada puede encontrarse en la memoria de quien tiene dudas sobre lo que ha aprendido.

Estos cinco símiles hacen referencia a un concepto integral de la mente, en el cual las emociones son obstáculos para la percepción adecuada y para el control de la atención que, a su vez, es la materia prima de la memoria. Es fácil recordar algo cuando nuestra mente se concentra completamente en el objeto. No recordamos porque pese a que podemos leer una y otra vez un texto o escuchar ciertas palabras, no conseguimos dirigir nuestra atención de manera indivisa. Nuestra mente se encuentra afligida, pensando en el futuro o en el pasado o simplemente no consiguiendo la claridad y la intensidad necesarias para enfocarse en el objeto. Esto se debe a que no hemos cultivado nuestra atención o también a que nuestro comportamiento, nuestra disciplina moral no es lo suficientemente virtuosa.

Así pues, la memoria no es meramente una facultad mecánica del cerebro, es una parte integral del ser y del hacer.

 

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