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Nadie nunca había llegado tan profundo en el océano… y ahí también hay plástico

Ecosistemas

Por: Jimena O. - 05/15/2019

El video de este hombre, que descendió a la fosa de las Marianas, reveló un sucio secreto en las profundidades del planeta: incluso hasta ahí han llegado nuestros desechos

Hace un par de días se dio a conocer un video inédito en la historia de la humanidad, luego de que un empresario descendiera a un punto en las profundidades del océano adonde nadie había llegado antes: casi 11 mil metros en la fosa de las Marianas, ubicada en el océano Pacífiico entre Japón y Filipinas, y la cual se considera hasta la fecha el punto de mayor profundidad de nuestro planeta.

El protagonista de la hazaña fue Victor Vescovo, quien ha hecho su fortuna comprando y reestructurando empresas relacionadas con la aeronáutica, la defensa y la electrónica. Además de ser exestudiante de Stanford, Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Vescovo es un oficial retirado de la marina de los Estados Unidos, una trayectoria singular en la que sin duda hizo las relaciones necesarias para impulsar sus proyectos.

En el caso de su descenso a la fosa, Vescovo lo hizo con fines de exploración e investigación. A bordo de un submarino de su propiedad, el DSV Limiting Factor, el empresario alcanzó los 10 mil 928 metros de profundidad, superando con ello la profundidad a la que llegó James Cameron, también en la fosa de las Marianas, en 2012, que fue de 10 mil 908 metros.

Pero aunque todo es esto es sorprendente y asombroso, el hecho llamó la atención por un motivo más bien deleznable. En uno de los videos grabados durante la expedición puede observarse que aun en ese punto del planeta, en las profundidades que nunca había pisado antes un ser humano, incluso ahí han llegado los desechos de nuestra actividad, concretamente, restos del plástico que, como bien sabemos, hace tiempo que inunda los océanos.

Análisis posteriores determinarán la verdadera naturaleza del objeto en cuestión, pero en algunos medios se maneja la posibilidad de que se trata de una bolsa o algún otro tipo de recipiente elaborado con dicho material.

Asimismo, cabe mencionar que, en parte, la expedición de Vescovo tuvo como propósito saber si los seres vivos que habitan en ese punto del planeta también han sido afectados por la contaminación de los océanos por causa de la actividad humana.

Si es el caso y este primer testimonio se confirma, quizá la pregunta sea cuántas señales más necesitaremos para actuar y detener la crisis en la que se encuentra el planeta.

 

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