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El nuevo álbum de Roderic es un caleidoscopio de emociones, melódica electrónica multiinstrumental, sonido latino y cósmico

El productor mexicano Roderic lanza hoy su segundo álbum, It All Depends, bajo el sello Kattermukke, el legendario gatito del house berlinés. El disco fue grabado en la República Dominicana y trae consigo algo del sol y la rica brisa de las playas caribeñas. Aunque el disco tiene una amplia variedad de sonidos y géneros, la constante es el groove, una filosofía natural del ritmo. 

La poligamia sonora de Roderic no sólo está atestada de influencias como el psy-trance, el deep house (y el deep todo), funk, ritmos latinos y africanos, etc.; también cuenta con un ensamble variopinto de músicos invitados. Se destaca la participación del cubano Alain Pérez en las congas, guitarra y voz en el track que le da nombre al disco. Pérez ha trabajado con algunos de los más grandes músicos de los últimos tiempos, incluyendo a Paco de Lucía y a Celia Cruz, y en esta rara ocasión lo vemos experimentando con la electrónica. Mattia Lolli-Ghetti  (aka Matt.i) aparece en las percusiones y voz en el track "Choses Qui Se Passent", y es además el productor ejecutivo del álbum. Diferentes vocales femeninas llenan las pistas de evocadores ensueños, musas esporádicas que juegan y enamoran en horizontes abiertos. Una gozadera multiinstrumental de músicos dominicanos arropan las melodías apenas musitadas que se presentaban en la imaginación de Roderic. Esto le da al disco -que fue grabado sin librerías de sonidos, todo análogo y acústico- un sonido orgánico, pletórico de élan vital, vibrando idílicos veranos y noches de emociones líquidas.

It All Depends acerca a Roderic a un pequeño boom de electronica latinoamericana que incluye a Nicola Cruz, Nicolas Jaar, Matanza y otros productores cosmopolitas que funden los sonidos raíces -madera, aliento, selva, playa- con una clara conciencia de los sonidos globales más industriales, música electrónica para bailar llena de cuerpo y variedad. It All Depends es la mezcla correcta de momentos más contemplativos y melancólicos con momentos definitivamente movidos, energéticos, ansiosos y jubilantes. ¿Es contradictorio decir que es downtempo bailable? Es downtempo porque es profundo, y viene desde abajo, poco a poco, con suave y gordo regodeo. El vuelo es por abajo. La danza está en la tierra, como sugiere Nietzsche, bailando nacen oídos en los pies y en las piernas. 

Un track como "Passengers" recuerda algo de Younger Brother, una melancolía pasajera pero que acaba gravitando hacia un centro tropical psicodélico, hacia una progresiva catarsis a través del ritmo. "Serendipity" coquetea y tararea en el camino, dejándose seducir por momentos por un pop sexy, sólo para regresar a su núcleo housero y funky. "Jacaranda" y "Domingo" nos brindan sonidos urbanos, más ácidos e hipnóticos. Tracks como "It All Depends" y "Stay" llevan directamente al dancefloor, con explosiones de alegría y sonidos lúdicos para explorar desinhibidamente en la pista.

No cabe duda de que Roderic ha cristalizado la promesa, que ya anunciaba tempranamente, de una relación virtuosa con el ritmo. Sin embargo, creemos que esto es apenas una probada de lo que viene. Hay buenos augurios. 

En Beatport puedes escuchar snippets de los tracks

Sitio oficial de Roderic

El disco tendrá su lanzamiento en vivo este viernes 22 de junio en Departamento, en la colonia Roma de la CDMX.