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El trabajo de Mertz, entre dibujos y pinturas, murales y tatuajes, sigue unas formas líquidas que juegan con la gravedad, la historia y lo yokai

A diferencia de numerosas corrientes artísticas, el arte tradicional japonés ukiyo-e alberga una especie de coqueteo con seres sobrenaturales como fantasmas, demonios, muertos y otras criaturas extrañas. Este fenómeno, también conocido como yokai, engloba toda una serie de rarezas y monstruosidades que han sido adoptadas por el folclor japonés, y que sorprendentemente poseen la capacidad de traer buena fortuna a quien las albergue en su hogar. 

La particularidad con la que estos símbolos se apropian de la realidad ha sido la obsesión de numerosos artistas contemporáneos. Pues no importa que sea un paisaje, una hermosa mujer, la naturaleza o figuras históricas, ahí, en planos perdidos del cuadro, levitan los seres sobrenaturales como una parte natural de la pintura. Para José Mertz, artista creativo que habita en Miami, Florida, el balance entre la imaginación ilustrativa y el espacio le permite recrear tanto figuras espirituales como mitológicas con formas fluidas e incluso atrevidas. 

El trabajo de Mertz, entre dibujos y pinturas, murales y tatuajes, sigue unas formas líquidas que juegan con la gravedad, la historia y lo yokai. No importa si se trata de la arena, la roca, humano o fantasma, los elementos se transforman en el universo de este artista: