Joven altamente intoxicada trata de tener sexo con un árbol tras discutir con él
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 04/11/2012
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 04/11/2012
El consumo inconsciente de sustancias que alteren nuestra percepción, y por ende nuestra realidad, es un ejercicio delicado que, en caso de que se decida practicar, debería de concretarse con cuidado y tratando de que las circunstancias favorezcan una experiencia no sólo grata, sino inspiradora, incluso evolutiva. Existe una especie de "fórmula" que puede incrementar significativamente las posibilidades de tener una buena experiencia. Básicamente se trata de tomar en cuenta tres variables: el sujeto (es decir, tú), la sustancia y el escenario —en inglés se les conoce como las 3 eses: subject, substance, scenario.
La primer variable se refiere a ti, a las circunstancias emocionales y anímicas que definen tu momento personal. En cuanto a la sustancia, se trata de tomar las precauciones necesarias para intentar garantizar que provenga de buena fuente y, sobre todo, que efectivamente se trate de lo que realmente piensas que estás consumiendo. Finalmente, el tercer elemento se refiere al entorno en el cual vivirás tu experiencia. Sobra decir que escenarios en los que te encuentras rodeado de gente que estimas favorecerá la sintonía colectiva y disminuirá la posibilidad de sucesos inesperados que puedan arruinar la aventura.
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Y una vez repasada esta serie de sugerencias, presentamos una escena que, aunque no tenemos mayor detalle sobre ella y en realidad se trata de una especulación, la protagoniza una chica que muy probablemente no tomó en cuenta las 3 eses. Es importante aclarar que el fin de esta nota no es ridiculizar a esta joven (algo de lo cual ella se encarga cabalmente), ni de burlarnos del caricaturesco performance (que desde una cierta perspectiva puede resultar bastante gracioso). En realidad se trata de observar el encuentro un tanto psicótico que la chica mantiene con un árbol. En la interacción notamos una evidente relación de odio-amor que ella sostiene con la palmera, acto presenciado por un grupo de spring breakers que parecen disfrutar la denigrante escena. Obviamente desconocemos el contexto personal de esta joven, así como la sustancia o sustancias que ingirió para entrar en esta dinámica. En cuanto al escenario, el Ultra Music Festival 2012 sin duda no parece el entorno más deseable para emprender una aventura psiconaútica. Por otro lado, no podemos negar que el mantener un acto metasexual con un árbol pudiese ser parte de una comunión con el espíritu de la natura. Sin embargo, en un contexto como el que presenciamos, eso que podría haberse tratado de un intercambio "místico" termina en una experiencia tan cómica como decadente.
Y a propósito de esto último recomendamos que chequen las iniciativas de Fuck for Forest (pornografía pro ambiental) y, ya en un plano más trascendental, los paralelismos entre la sexualidad y la conciencia.
Por otro lado, si por alguna razón este bizarro episodio te excitó, quizás deberías visitar el famoso árbol-vagina de Tailandia, el cual es considerado sagrado e incluso parece tener poderes psíquicos.