No es casualidad que el vínculo madre-hijo sea uno en torno al cual existen infinidad de hechos reales, supersticiones y creencias de casi cualquier tipo que se han forjado a lo largo de muchos siglos de, sobre todo, generación empírica de conocimiento.
Sin embargo, es un tanto impresionante cuando la ciencia confirma impresiones que las madres pueden llegar a hacerse de esta enigmática conexión con el producto de sus entrañas.
De acuerdo con una investigación de la Universidad Bar-Ilan de Israel, madre e hijo pueden sincronizar sus latidos de corazón con tan solo mirarse y sonreírse.
Examinando la reacción de una madre con su retoño de 3 meses de edad en interacciones cara a cara, al tiempo que se monitoreaba la actividad cardiaca de ambos y por microanálisis los patrones de la mirada, el afecto y la sincronía vocal, los investigadores encontraron que la madre y el hijo coordinaba su ritmo cardiaco con menos de 1 segundo de retraso, sincronía que se hacía mucho más exacta en episodios de afecto y simultaneidad vocal.
Este descubrimiento es notable porque si bien se ha observado un comportamiento similar en otros mamíferos, el ser humano es quizá la única especie en que basta una mirada para conseguir esta sincronía —cuyos efectos también valdría la pena estudiar, igualmente si esto mismo se repite con otras personas además de la madre biológica.
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