En una de las conferencias de prensa más divertidas de la historia, el genial director danés Lars Von Trier llevó au provocación demasiado lejos para la buena moral del festival de Cannes y de la hipocresía de nuestra sociedad. Von Trier y sus actores, incluyendo a Kirsten Dunst y a Charlotte Gainsbourg, se presentaron ante la prensa del festival después de la proyección de su película "Melancholia", un drama psicológico que sucede sobre un fondo apocalíptico. No es la primera vez que Von Trier opta por shockear y escandalizar al público y a la prensa con su total irreverencia, pero esta vez dijo las palabras prohibidas, aunque estas fueron en tono de broma.
Después de una sesión en la que Von Trier no pudo responder casi ninguna pregunta sin convertirla en una broma, en una mezcla de falta de respeto, de genial ironía y crítica a la estructura de Cannes y de la industria del entretenimiento, con detours a sus propios psico-meandros, un periodista le preguntó sobre su influencia alemana y su gusto por la estética Nazi. Lars Von Trier respondió con una excursión genealógica: "Por algún tiempo pensé que era judío, y estaba feliz de ser judío. Pero luego descubri que en realidad soy un Nazi. Mi famila era alemana. Y eso también me dio cierto placer. ¿Qué puedo decir? Entiendo a Hitler... Pero pienso que hizo algunas cosas malas absolutamente. Pero lo puedo ver sentado en su búnker al final... Creo que entiendo al hombre, y simpatizó un poco con él. No es lo que llamaría un buen tipo. Pero simpatizo con el un poco. Pero vamos no estoy a favor de la Segunda Guerra Mundial y no estoy en contra de los judíos, estoy muy a favor de los judíos, bueno no demasiado a favor porque Israel es un dolor de cabeza... Bueno como me puedo salir de este lío...Ok soy un Nazi"... Así vacilante Von Trier con una exploración que por momentos juega con una brutal sinceridad y por otros con una provocación elaborada hizo que se le declarara persona non grata en Cannes.
A continuación pueden ver las declaraciones "Nazis" de von Trier. Recomendamos ver toda la conferencia en el sitio de Cannes para no desconextualizar.
Durante su retahíla Nazi podemos ver como Kirsten Dunst se va escandalizando y al final dice: "Lars eso fue muy intenso". Von Trier traviesamente antes había dicho en broma que su nuevo proyecto era filmar una película porno con Kirsten Dunst y que la misma Kirsten le había exigido aparecer desnuda en "Melancholia", aunque el film no lo justificaba (como al público y a la prensa, Lars gusta schockear a sus actrices para que trasciendan sus límites). "Quiero hacer una porno aunque con algo de diálogo entre las escenas aunque no nos importe el diálogo... hay que tener mucho sexo desagrabable, y durará como 3 o 4 horas". Von Trier dijo que los orgasmos de Kirsten en la pelíucla serían todos falsos y que los de Charlotter Gainsbourg serían reales "porque ella tiene otra forma de actuar, la francesa", en un comentario que parece hacer referencia a la artificialidad americana de Dunst. Esta porno fantasía estaría inspirada en un versus entre el cristianismo de Roma y el Cristianismo Ortodoxo, la Iglesia del Oeste simbolizando el sufrimiento y la del Este simbolizando el placer.
Por otra parte la conferencia arrojó joyitas, como Von Trier diciendo que "el fin del mundo es un estado mental", o diciendo de su propia película "Melancholia": "no estoy seguro, tal vez es una mierda, es una gran posibilidad". Von Trier habló de la homosexualidad de uno de sus actores y dijo en su total incorrección política que está "filosóficamente en contra de no beber", siguiendo a Baudelaire "te debes de intoxicar". En uno de los pocos momentos en los que al parecer habló sobre su concepción artística mencionó "una luz divina" similar al espíritu santo que puede transformar las cosas y que esa luz en ocasiones para él es el cine.
Cannes ha declarado non grato a Von Trier aunque su película sigue en competencia por la Palma de Oro. "Si he herido a alguien con las palabras de esta mañana, me disculpo sinceramente. No soy antisemita ni tengo prejuicios raciales de ninguna clase ni soy un nazi", dijo Von Trier. La organización, mediante otro comunicado, ha contestado: "La dirección del Festival toma nota y transmite las disculpas de Lars Von Trier. Reafirma que no admitirá jamás que el certamen pueda ser el escenario de declaraciones semejantes sobre esos asuntos".
Si analizamos las declaraciones de Von Trier es obvio que por una parte fueron imprudentes, fácilmente hiriendo susceptibilidades, pero por otra han sido sobredimensionadas por un aspecto hipócrita dominante en nuestra sociedad. Aunque algunos medios transcriben y traducen de manera sensacionalista (como el país que publica "Hitler me cae simpático", cuando Von Trier dijo "simpatizó con el hombre"), las declaraciones de Lars Von Trier en ningún momento justificaron las acciones del nazismo, sólo -aunque alguien puede leer una taimada provocación- hicieron referencia a la realidad de su pasado alemán. En cuanto a su empatía por Hitler como ser humano y como artista, ¿qué habríamos dicho si el Dalai Lama dijera "simpatizó con Hitler, el hombre"? O ¿acaso es necesario odiar a Hitler para ser una buena persona? ¿No se le puede tener compasión, o la compasión es un sentimiento que se ejerce solamente con los hombres "buenos"?
Evidentemente tampoco podemos substraer las declaraciones de la personas y del pasado de Lars Von Trier. Pero entonces debemos de reconocer también que más que creerse un Nazi, Von Trier lo que hace es cuestionar las endebles estrtucturas que mantienen moralmente a nuestra sociedad. Pocas personas en la actualidad logran escandalizarnos de una forma intelectual, cuestionarnos por qué creemos en las cosas que creemos, por qué decir la palabra Nazi o la palabra Hitler es tabú. Y en este sentido Lars Von Trier juega el papel del crítico verdadero, el bufón que dice lo que nadie más se atreve a decir. ¿Quién más hoy en día se atrevería a decir-jugar "Soy un Nazi"?
Imaginemos que estamos en una reunión privada y un hombre de extracción alemana empieza a decir algo más o menos así: "Yo antes pensaba que era judío, y eso me gustaba, pero luego me di cuenta mi familia era alemana. Que era Nazi. Y eso también me dio cierto placer. No es que este contra de los judíos. Aunque entiendo a Hitler, simpatizó algo con él. Pero claro se que hizo cosas absolutamente malas. Estoy a favor de los judíos, aunque claro Israel es un dolor de cabeza"... ¿Pensaríamos que este tipo debe irse de nuestra casa, solamente por expresar su proceso interno de reflexión a manera de broma, una reflexión que no manifiesta odio, de la cual ciertamente podemos diferir. ¿Debemos de categóricamente repudiar a todo aquel que no repudie violentamente los Nazis y a Hitler?
Sin duda existe una enorme polémica en este caso, algunos podrán pensar que existe cierta censura en Cannes otros simplemente dirán que Lars Von Trier recibió su mereceido "porque hay cosas que no se deben decir. Y quizás sea verdad que las travesuras de Lars Von Trier van más allá de la buena moral, y que no debe de ser celebrado en su irreverencia, pero también es cierto que nos muestran que vivimos en un mundo totalmente hipócrita y en ese sentido sus declaraciones cumplen el papel necesario de la crítica social.