Peritaje indica que Pablo Neruda murió por envenenamiento intencional
Arte
Por: Mateo León - 02/14/2023
Por: Mateo León - 02/14/2023
De las varias muertes por causa política que pueblan la historia de las artes en general y de la literatura en particular –la casi totalidad de ellas de disidentes de regímenes totalitarios que, en su momento, arreglaron la desaparición o fallecimiento de esas personas incómodas para el poder–, la de Pablo Neruda en 1973 es una de las más debatidas, sobre todo luego de que en 2011 su asistente durante los últimos meses de su vida, Manuel Araya Osorio, quien fungió como chofer y secretario (entre otras ocupaciones), aseguró que el poeta chileno había sido envenenado intencionalmente y a raíz de ello había fallecido, poniendo en duda la versión hasta entonces oficial de que Neruda había muerto a cursa de las complicaciones por el cáncer de próstata que padecía entonces.
Desde entonces, los restos del autor de “Canto general”, entre varios otros grandes poemas de la lengua española, han sido llevados a varios análisis, particularmente en 2013, 2015, 2016 y 2017, todos ellos a petición de jueces que dieron lugar a la solicitud realizada en 2011 por el Partido Comunista de Chile para determinar la causa de muerte real del poeta.
Los últimos resultados fueron dados a conocer extraoficialmente por Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, quien en declaraciones a la agencia Efe aseguró que el peritaje más reciente confirmó la presencia de restos de la bacteria Clostridium botulinum en el cuerpo del poeta, misma que ya había sido detectada en análisis de 2017 en uno de sus molares.
El peritaje actual contribuyó a determinar que la bacteria no es exógena sino endógena, esto es, que fue introducida al cuerpo de Neruda desde fuera, al parecer inyectándola o colocándola por algún otro medio.
Esta bacteria en el cuerpo de Neruda llamó la atención ya en 2017 porque ni en el historial médico ni en el de salud en general del poeta podía encontrarse una condición que explicara su presencia.
Por otro lado, la Clostridium botulinum, que provoca la enfermedad conocida como botulismo, es una bacteria cuyo uso intencional como “arma biológica” o toxina es relativamente conocido, pues ha sido utilizada tanto por gobiernos como por grupos clandestinos en distintos momentos de la historia (particularmente por los gobiernos de Japón y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, y por la secta japonesa Aum Shinrikyo que intentó, sin éxito, esparcir la bacteria mediante un aerosol en el metro de Tokio en tres ocasiones entre 1990 y 1995 –hecho del cual se ocupa el libro Underground de Haruki Murakami–).
Con esos antecedentes, resultó sospechoso que hubiera restos de la Clostridium botulinum en el cuerpo de Neruda, lo cual se tomó como indicador de la acusación de envenenamiento sostenida por Araya.
Por el momento los resultados del peritaje post mortem no pueden darse a conocer oficialmente debido a una diferencia legal por el año en que Neruda falleció, 1973, pocos días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet en contra del presidente Salvador Allende, de quien Neruda era entusiasta amigo y simpatizante político. A propósito del lazo que lo unía con el presidente chileno, también asesinado, Neruda escribió, poco después del golpe del 11 de septiembre de ese año, un testimonio que fue incluido en su libro de memorias Confieso que he vivido:
Escribo estas rápidas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte de mi gran compañero el presidente Allende. Su asesinato se mantuvo en silencio; fue enterrado secretamente; sólo a su viuda le fue permitido acompañar aquel inmortal cadáver. La versión de los agresores es que hallaron su cuerpo inerte, con muestras de visible suicidio.
Quizá los resultados de este último peritaje sirvan para reescribir la historia de Neruda y de ese episodio de la historia chilena, pero ahora con la tinta de la justicia.