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Luego de un ascenso meteórico, al parecer basado en su apariencia de intelectual altruista, Sam Bankman-Fried perdió 15 mil millones de dólares en un día y se convirtió de la noche a la mañana en el emblema del colapso de las criptomonedas

Hace unos días se produjo el evento que para algunos marca la confirmación del colapso de la burbuja de las criptomonedas, "el momento Lehman Brothers del cripto", según dicen algunos analistas en alusión a la crisis financiera de 2009.

La compañía de intercambio de criptomoneda FTX, la segunda más grande del mundo, fundada por Sam Bankman-Fried, se declaró en bancarrota después de una semana de fuerte turbulencia. Al principio del mes de noviembre se reveló que los activos de la compañía estaban siendo usados por la empresa de trading cuantitativo Alameda Research, también fundada por Bankman-Fried. Esto fue un aviso de que había un problema y mostró una crisis de solvencia. 

Los usuarios de FTX empezaron a retirar rápidamente fondos. Poco después, el gigante de la criptomoneda Binance anunció que estaba haciendo diligencias para adquirir FTX, pero al día siguiente el CEO de la empresa declaró que los registros mostraban una insolvencia de seis mil millones de dólares. En realidad Bankman-Fried había intentado rescatar Alameda usando los fondos de sus clientes. Esto sentenció el colapso. El 11 de noviembre los activos de FTX, albergados en Las Bahamas, fueron congelados. Bankman-Fried, quien era considerado un prodigio y se codeaba con la élite económica y política de Estados Unidos, perdió más de quince mil millones de dólares en un día, quedando su fortuna en 991 millones de dólares según algunos reportes, y según otros, prácticamente perdiéndolo todo (dieciséis mil millones de dólares).

Por si esto fuera poco, circulan reportes de que cerca de dos mil millones de dólares de los diez mil millones de dólares que Bankman-Fried transfirió a Alameda han desaparecido y se esperan investigaciones. Bankman-Fried, como su nombre literalmente sugiere, ha quedado com "un banquero frito", pues es evidente que lo que ocurrió se debió a un error gigantesco, que incluso podría ser ilegal. 

El vertiginoso ascenso y colapso de Bankman-Fried puede considerarse como el máximo emblema de la naturaleza de la criptomoneda, que podría pasar a la historia como un gran espejismo en el que, como un analista sostiene, "frijoles mágicos" fueron elevados a la condición de ser "dinero real". "Pero no era el caso". Los frijoles no valían nada y la forma de ganar dinero era solamente venderlos antes de que los demás se dieran cuenta de esto (un poco como Bill Gates sugirió hace unos meses a propósito de los bitcoins). Ciertamente muchas personas han hecho mucho dinero con las criptomonedas, pero mediante un espejismo, con una especie de creencia mágica, que podría estar desmoronándose. 

En lo más alto de la burbuja, Bankman-Fried empezó a promoverse como un multimillonario intelectual y altruista con grandes ideas de cambio social. Particularmente se le conocía por una fórmula "de altruismo eficaz" (aparentemente, había anunciado que donaría todo su dinero a buenas causas, aunque antes, claro, se "autodonó" el dinero de sus clientes para rescatar a su otra empresa). Bankman-Fried era conocido por haber aprovechado el simple hecho de que el bitcoin costaba más en Estados Unidos que en Japón; un hecho que todos veían pero que nadie podía explotar. Esto le ganó la imagen del joven genio del cripto, cultivando la apariencia de una especie de Robin Hood moderno, vestido de shorts y sin peinarse. 

El año pasado FTX se promovió en el Super Bowl usando al comediante Larry David y había empleado en su publicidad a Tom Brady y a la entonces esposa de este, la modelo Gisele Bundchen. Bankman-Fied hizo fuertes contribuciones al Partido Demócrata de Estados Unidos y se codeaba con personajes como Bill Clinton en conferencias. A mediados del año, Bankman-Fried intentó acercarse a Elon Musk y ofreció invertir en Twitter (Musk lo rechazó, porque según él le disparó su detector de "bullshit"). Su tiempo en la cima duró poco. El genio de la criptomoneda había desarrollado un programa de altruismo efectivo que justificaba ganar todo el dinero posible, por todos los medios, supuestamente para ayudar al mundo. Pero esto resultó un fiasco, como sugiere el sitio Coin Desk: "El altruismo efectivo sostiene que hacer dinero por (casi) cualquier medio necesario está bien, porque tú, Elon, Zuckerberg y SBF son tan brilllantes que deberían tener todo el poder que implican miles de millones de dólares en el banco". Pero esto, a la postre, parece un obvio delirio, cuando no un acto de prestidigitación.

Y ahora Bankman-Fried, hasta hace unos días alabado como un genio filantrópico, ha quedado como un vendedor de humo. 


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Imagen de portada: TradeAlgo