Belascoarán en Netflix: el detective idealista creado por Paco Ignacio Taibo II llega al streaming
Arte
Por: Valentina Cisniega - 10/14/2022
Por: Valentina Cisniega - 10/14/2022
Las historias no sólo encierran los acontecimientos, sino también las series de relaciones posibles que esos eventos pueden generar.
Hayden White
En días pasados se estrenó la nueva serie original de Netflix: Belascoarán. Basada en las novelas policiacas de Paco Ignacio Taibo II, Luis Gerardo Méndez da vida a Héctor Belascoarán Shayne, un detective que pone al descubierto las estructuras más recónditas del poder a través del proceso de la investigación y la búsqueda de la verdad. La estructura del poder, conformada por las grandes empresas, la policía, el ejército, el gobierno e inclusive los narcotraficantes, manipulan y suprimen "la verdad" en favor de sus propios intereses.
Sin embargo, la búsqueda del detective corresponde a una crisis de la verdad histórica en México y también a la persecución de los ciudadanos de las clases sociales más vulnerables. El pasado se ve amenazado por las tácticas represivas de la historiografía "oficial" y usurpado por el orden establecido y la amnesia cultural imperante entre la población en general. Para resistir la pérdida de la historia, Belascoarán se apoya en la memoria individual y colectiva para conservar la persistencia del pasado en el presente.
Las historias policíacas de Paco Ignacio Taibo II suelen enfocarse en una narrativa donde la verdad se extiende más allá de la solución de un crimen. En el caso del personaje de Belascoarán, se trata de la historia de un héroe solitario que defiende la visión utópica del pasado, específicamente los ideales del movimiento estudiantil de 1968, a través de su "curiosidad" y su "terquedad". En todas sus investigaciones, el detective mexicano encuentra restos del pasado que no solamente revelan la comunicación entre el pasado y el presente, sino que también ilustran su deseo de reivindicar la historia. Manifestantes estudiantiles, gánsteres y personal militar de 1968 aparecen en las investigaciones de Belascoarán de una forma que demuestra la persistencia del crimen en los últimos treinta años. A veces su investigación se convierte literalmente en una búsqueda de la historia, un ejercicio de recuperación histórica que revela acciones ocultas de la represión gubernamental, así como la usurpación priísta de figuras y eventos históricos.
Esta novela de ficción histórica subraya cómo la memoria personal constituye un medio para mantener una comprensión colectiva del pasado y también para desmentir las versiones historiográficas oficiales. Las obras históricas no describen el pasado en forma objetiva sino que dependen de técnicas narrativas como la elaboración de la trama, la metáfora y el desarrollo de personajes para dar significado a una secuencia de hechos. Para vencer las discontinuidades y disparidades de los eventos cronológicos, el autor de obras históricas utiliza técnicas para representar el pasado como un todo coherente e integrado.
Lejos de ser una ciencia objetiva, la historiografía expresa no lo que es "verdadero", sino lo que parece ser "real", al vincular los eventos de tal forma que puedan tener sentido para el lector. El historiador crea una representación del pasado que concede importancia a ciertos elementos considerados significativos, pero al mismo tiempo suprime otros que supuestamente carecen de relación con la coherencia global de la narración. Así, de acuerdo con la ideología y la perspectiva del historiador, cualquier historia escrita posee voces que no se oyen, dadas las prerrogativas y los prejuicios del historiador.
En resumen, la serie de Netflix Belascoarán (así como las novelas de Paco Ignacio Taibo II en las que está basada) no sólo descubre la "verdad" de México a partir de 1968, sino que también intenta reivindicar un pasado secuestrado por las estructuras del poder. Es a través de la memoria que el detective procura proteger a la "historia" de los embates del silencio y las omisiones y ausencias descritas por Beatriz Pastor. Su doble papel es el de proteger en el presente a la capa inferior de la sociedad, a los pobres y desposeídos, y al mismo tiempo mantener vivos los "fantasmas" del pasado mexicano.
De hecho, al final de Amorosos fantasmas, una de las novelas de Taibo II adaptada también en la serie, Héctor contempla esos fantasmas mientras escucha en la radio La hora de los solitarios. Antes de que el locutor dé paso una cinta grabada por una adolescente asesinada llamada Virginia, reitera irónicamente el propósito de Belascoarán al desear recuperar el pasado:
Cuidémonos de una ciudad que amenaza con tragarnos. El silencio es la peor forma de muerte.