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TikTok podría usarse como un arma para influir en la cultura occidental y mantener a los jóvenes en un estado de estupor

La popular red social china de videos TikTok se encuentra bajo nuevo escrutinio de las autoridades estadounidenses. Desde el año pasado, el senador Marco Rubio de Florida se reunió con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, para discutir la política internacional y la posibilidad de que China esté utilizando esta red social como una arma en una guerra asimétrica.

Anteriormente Donald Trump había cuestionado la presencia de TikTok en Estados Unidos. Trump había señalado que TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, tendría que ser vendida a una empresa estadounidense para seguir operando en Estados Unidos. El exmandatario había manifestado alarma ante el acceso a datos de los ciudadanos estadounidenses que implica el uso de TikTok.

Desde antes de la pandemia el gobierno chino empezó a hacer una especie de limpieza en las grandes empresas tecnológicas de su país, para asegurarse de que estarían alineadas con los intereses estatales. A propósito de TikTok, el New York Times informa que, aunque el fuerte reclamo de que la red social debería ser vendida se diluyó con el gobierno liberal de Biden, han resurgido nuevas inquietudes entre políticos estadounidenses. 

Senadores de ambos partidos han llamado a una investigación de la Comisión Federal de Comunicaciones. Y uno de los reguladores de esta organización públicamente ha pedido que TikTok sea eliminada de las tiendas de aplicaciones en Estados Unidos.

TikTok es considerada una amenaza por las autoridades estadounidenses principalmente por dos razones. La más discutida es el hecho de que la empresa podría estar recolectando datos privados de ciudadanos estadounidenses y podría entregarlos al gobierno chino, para usarlos de diferentes maneras.  

La otra es la posibilidad de que el gobierno chino emplee el algoritmo de TikTok para promover ciertos contenidos, como pueden ser teorías de conspiración, o que incluso podría intentar intervenir en las preferencias políticas de cara a las siguientes elecciones. El ejemplo más conocido de que esto puede ocurrir es el aparato de desinformación del gobierno ruso, que extendió su influencia a los procesos electorales del Brexit en el Reino Unido y las votaciones presidenciales en Estados Unidos cuando Trump resultó ganador.

TikTok, por su parte, ha negado que recolecte datos de manera comparable a como lo hacen otras redes sociales, especialmente Facebook. Al parecer, el problema con TikTok es que pertenece a una compañía china.

Existe una tercer punto importante que hace a TikTok una amenaza para la sociedad estadounidense y occidental en general, tomando en cuenta que en Estados Unidos el 67% de los jóvenes de entre 13 y 17 años usa TikTok y que en 2021 TikTok acumuló más usuarios que Twitter, más descargas que Facebook y más minutos de video vistos que YouTube. Dicho riesgo tiene que ver con el simple hecho de que el algoritmo de TikTok es conocido por promover contenido viral generalmente inane y banal, que hace que los jóvenes pasen gran parte de su tiempo libre enganchados a los estímulos de dopamina del algoritmo, o buscando ellos mismos crear videos alineados a las tendencias, todas ellas usualmente triviales y sin ninguna trascendencia, a fin de obtener likes, creando así una especie de circuito de banalidad y entretenimiento vaciado de significado ulterior. Valorando el tipo de contenido que se viraliza en TikTok, Twitter y Facebook pasan como estandartes de alta cultura

El hecho de que esto sea algo negativo para la mente de los jóvenes es claramente entendido por China. Es revelador que TikTok, junto a otras redes sociales, está prohibido en China. En China, ByteDance tiene una versión llamada Douyin que está regulada por los censores chinos. Es como si China supiera que tiene una droga que crea daño cerebral y permite que sea consumida en otros países pero no en el suyo. Aunque, por supuesto, hay que notar que la misma China tiene un fuerte aparato de manufactura de la percepción en su propio país.

Com0 dice un artículo en el New York Times: "China por mucho tiempo ha visto estas plataformas [las redes sociales] como potenciales armas". Otras redes sociales como Twitter o Facebook son armas que pueden utilizarse en su contra, pero ahora China tiene su propia arma para esgrimirla contra Occidente. El problema de la enajenación a través de la distracción y el consumo de entretenimiento adictivo ha entrado en una nueva etapa, la de las tensiones geopolíticas entre China, Rusia y Estados Unidos.

El escritor Ezra Klein concluye:

Nuestra atención colectiva es importante. Quien sea que controle nuestra atención, controla, en gran medida, nuestro futuro. Las plataformas de redes sociales que captan y moldean nuestra atención deben ser gobernadas conforme al interés público.


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Imagen de portada: YouTube