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Gurú indio explica por qué hace mal pensar en sexo todo el tiempo y te enseña cómo conservar tu energía

AlterCultura

Por: Luis Alberto Hara - 05/26/2022

Sri Sri Ravi Shankar sobre por qué es importante conservar la energía sexual y cómo hacerlo

Sri Sri Ravi Shankar es uno de los líderes espirituales más reconocidos de la India. Su maestro fue Maharishi Mahesh Yogi, el creador de la meditación trascendental. Es el director de numerosos programas en la India y en otras partes del mundo, algunos de los cuales no sólo promueven el desarrollo espiritual sino también la paz y la rehabilitación social. Hay que mencionar que los "gurús" actuales son también hijos de su tiempo y personas como Sri Sri Ravi Shankar o Sadhguru son líderes espirituales pop, que emplean lenguaje y prácticas un poco rebajadas para sintonizar con el gran público en una era decadente o lo que en la India se llama el Kaliyuga. Pero aunque pueden dejar un poco que desear si se les compara con los grandes maestros de otras épocas o con maestros menos famosos, estos gurus de masas son depositarios de una invaluable tradición espiritual -o dharma- que puede apreciarse en sus palabras.

Una parte esencial del conocimiento del yoga y del dharma es que el deseo y la conducta sexual fuera de control son una de las principales causas de la pérdida de energía y, en última instancia, del sufrimiento. Ravi Shankar explica que una persona que piensa mucho en el sexo pierde control de su atención y de sus emociones mentales. Además, vive una paradoja: quiere ser atractiva para tener sexo, pero su mismo deseo la drena y la hace poco atractiva, "le quita fuerza, vigor, compromiso". Pasar el tiempo contemplando imágenes sexuales en la mente o en una computadora es una actividad obsesiva que genera "una tormenta de negatividad". Esto distrae de observar la realidad y la belleza de las cosas presentes. En la India a esto se le llama kamagni, el fuego del deseo en su aspecto negativo, que todo lo consume y destruye. La perdición de los yoguis es dejarse acarrear por el deseo y perder su balance y concentración.

Sin embargo, no se habla solamente de una visión conservadora. Como sabemos, en la sociedad laica de la India se desarrollaron los cuatro propósitos de la vida: el placer, la abundancia material, el dharma y la liberación espiritual. Aunque el dharma y el moksha son generalmente considerados los superiores, una vida completa puede servirse de los otros aspectos. Ravi Shankar habla del binomio "yoga y bhoga". Bhoga significa disfrutar y gastar energía, yoga es la aplicación y conservación de la conciencia y la energía. La práctica del yoga enseña que existen placeres muy superiores a los placeres materiales que se producen en un cuerpo que no ha refinado su conciencia. El placer del samadhi es descrito como mil veces superior a cualquier placer mundano o sensorial. Famosamente los yoguis, por cultivar su mente y mantenerse puros, se volvían enormemente atractivos para las mujeres y las diosas, que buscaban seducirlos, atraídas por su tapas o su tejorasa. La práctica del yoga, bien entendida (no como ir a un estudio de yoga y aprender a estirarse), es el antídoto para impedir que la mente se desborde en su persecución del bhoga

En la India, uno de los cuatro estadios tradicionales que un hombre debe atravesar es el brahmacarya. Este es el estado de un estudiante célibe y significa literalmente "práctica" o "movimiento (carya) del brahman. Antes que a la clase social de los brahmanes, este término remite al Brahman, a lo absoluto o infinito. Por eso, se puede decir que el brahmacarya es el principio del entrenamiento de un movimiento que concluye con el estadio del sannyasin, el renunciante que idealmente alcanza el brahman, liberándose del mundo condicionado. 

Con toda la energía que se le dedica, para la mayoría de las personas el sexo es una forma de drenaje energético. No obstante, puede ser usado con fines espirituales y ciertas escuelas esotéricas enseñan que es, de hecho, la herramienta más poderosa para alcanzar los estados más elevados de conciencia. En todos los casos, el uso del sexo como práctica, algo que muy pocas personas realmente logran, requiere de una mente que está libre del apego y de las obsesiones y apetitos materiales


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Imagen de portada: Srisriravishankar.org