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6 poemas de Cristina Peri Rossi sobre el amor y sus naufragios

Libros

Por: José Robles - 04/27/2022

Cristina Peri Rossi fue reconocida recientemente con el Premio Miguel de Cervantes, el más importante de la lengua española; aquí una breve selección de sus poemas

Hace unos días, la escritora de origen uruguayo Cristina Peri Rossi (1941) recibió el Premio Miguel de Cervantes en mérito a su obra literaria. El galardón, que se considera el más importante de la lengua española, reconoció una trayectoria amplia y ambiciosa que, sin embargo, nunca ha dejado de ser también intimista y entrañable. 

La obra de Peri Rossi se caracteriza por poner en cuestión uno de los temas fundamentales de la vida humana: el amor. Descendiente de genoveses, Peri Rossi conserva en su espíritu una marcada vocación marinera. La ironía, la inteligencia, la suspicacia, la ternura y la ingenuidad son algunos de los métodos con los que Peri Rossi ha marcado la cartografía de sus exploraciones. A veces con mayor fortuna que en otras, pero siempre con la intención clara de develar el misterio del afecto. ¿Qué nos une a una persona? ¿Qué nos hace distanciarnos de ella? ¿Por qué se experimentan emociones tan contradictorias cuando se supone que el amor debería prevalecer en medio de ese remolino? ¿Por qué nos decepcionamos de alguien?

A continuación compartimos 6 poemas breves que forman parte de esas navegaciones y esos naufragios.

DISTANCIA JUSTA

En el amor, y en el boxeo
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo           digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas.

(De Otra vez eros, 1994)

 

BITÁCORA

No conoce el arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.

(De Linguística general, 1979)

 

DEDICATORIA

La literatura nos separó: todo lo que supe de ti
lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba,
yo le puse palabras.

(De Evohé, 1971)

 

DESPUÉS

Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:

Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes.

Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor.

Ya no amo.

Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje.

Ya no estoy loca.

(De Otra vez eros, 1994)

 

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.

(De Inmovilidad de los barcos, 1997)

 

R. I. P.

Ese amor murió
sucumbió
está muerto
aniquilado      fenecido
finiquitado
occiso               perecido
obliterado
muerto
sepultado
entonces,
                        ¿porqué late todavía?

(De Inmovilidad de los barcos, 1997)


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