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La información se ha convertido en una guerra y muchos usuarios creen que Google ya no es un sitio en el cual pueden confiar, por lo cual recurren a un sitio que se parece a lo que Google pretendía en sus inicios

Algunas personas datan la historia de Internet -y quizá su auténtico nacimiento- en relación a la creación de Google en 1998. El motor de búsqueda de Mountain View ha llegado a convertirse casi en un genérico de Internet y ha permitido la explosión de esta tecnología. Más aún, Google es sintomático del arco dramático que atraviesa la red.

Primero se trataba de una especie de empresa independiente, creada en un garaje por jóvenes con ideas progresistas, eminentemente cool y que fomentaba supuestamente la creatividad y la libertad. El gran sueño ilusorio del empoderamiento individual de Internet tiene en Google un ejemplo revelador. Con los años se ha convertido en una empresa enormemente poderosa ligada al establishment, al poder militar y a lo que se conoce como el capitalismo de vigilancia.

Google -o su compañía madre Alphabet- es hoy en día una de las empresas más importantes del mundo, con mayores ingresos e influencia que muchos países. Y aunque sería exagerado decir que se encuentra en una crisis (pues la pandemia ha creado una especie de bonanza sostenida para las grandes compañías de tecnología), por primera vez en mucho tiempo, Google siente una cierta amenaza

El poder de Google se debía a dos cosas. Por una parte era simplemente muy efectivo en hacer que una persona encontrara lo que estaba buscando, en un momento donde el algoritmo de los resultados de búsqueda no eran muy precisos. A la par, su sistema de page rank parecía priorizar la calidad de la información y garantizar resultados objetivos. 

Poco a poco, cuando empezó a desarrollar sus planes de monetización, Google fue sutilmente creando resultados que favorecían a ciertos sitios o que se ajustaban a ciertas preferencias (para favorecer a anunciantes). Actualmente muchos usuarios han notado que Google ha dejado de ser confiable particularmente en lo que se refiere a reseñas de productos. Más allá de que los primeros resultados son siempre aquellos que el mismo Google marca como resultados pagados, los siguientes suelen favorecer sitios con una fuerte estrategia de SEO (search engine optimization) que no necesariamente son los más relevantes.

Al mismo tiempo muchos usuarios se sienten consternados por los resultados personalizados de Google, que toman en cuenta el historial de búsqueda de cada usuario, mostrando siempre una parcela de la realidad hecha a la medida y contribuyendo a la llamada "burbuja de filtros". Además de que esta empresa se dedica a la inteligencia artificial y se alimenta de los datos de los usuarios para vender mejores anuncios y crear sus nuevos productos.

Particularmente durante la pandemia, para muchos usuarios Google dejó de ser confiable en algunos temas al supuestamente estar alineado con una versión oficial de los hechos en la que no necesariamente confían. En la cresta de la confusa ola de "la era de la posverdad" muchas personas creen que Google oculta o hace muy difícil acceder a cierta información. Aunque esto quizá sea discutible, lo cierto es que estamos viendo el crecimiento inusitado de un importante competidor de Google. Algo que parecía imposible, pues Google lleva mucho tiempo con algo así como un monopolio. Se trata del sitio DuckDuckGo, que se parece un poco al Google original en su estética y en su discurso. 

DuckDuckGo se presenta como una alternativa libre de vigilancia y del sesgo del establishment y actualmente goza de un meteórico crecimiento, si bien no es todavía suficiente para acaparar mucho del pastel de las búsquedas.

Este buscador no almacena historial personal y emplea un código open source. El sitio promete "proteger la privacidad de los usuarios y evitar la burbuja de filtros de los resultados personalizados". Se ha convertido en el favorito de las personas inclinadas a teorías de la conspiración o a versiones alternativas de los hechos.

Sin embargo, DuckDuckGo ha decepcionado recientemente a algunos de sus usuarios al sacar de las primeras páginas a sitios asociados con información prorrusa en el contexto del conflicto armado entre Rusia y Ucrania. El sitio ha defendido su decisión señalando que "su fin es proveer información exacta" y que "los sitios de desinformación deliberadamente publican información falsa para engañar a las personas, lo cual afecta su misma utilidad".


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Imagen de portada: MUD