Como ocurre cada cierto tiempo, la noche de este 26 de abril se presentará el fenómeno astronómico que en años recientes se ha popularizado bajo la denominación de “superluna”.
Como es sabido, el fenómeno consiste en que la luna llena se observa más grande y más brillante que en otras ocasiones, lo cual justifica el uso del prefijo “super” en la construcción del neologismo.
Dicha variación de proporciones puede considerarse un efecto óptico, pues no es que la luna cambie de tamaño misteriosamente de una noche a otra, sino que hay una coincidencia entre el plenilunio y un punto de la órbita lunar en donde esta alcanza un punto especialmente cercano a la Tierra, el cual recibe el nombre de “perigeo”.
De acuerdo con estimaciones vigentes, la superluna de este 26 de abril se acercará a aproximadamente 358 000 kilómetros de la Tierra y, por consecuencia, su brillo aumentará un 30% (en comparación con una luna llena “normal”) y en tamaño parecerá ser 14% más grande.
En cuanto al apelativo “rosa”, este se debe no a un cambio de color real o aparente, sino a que durante esta época del año florece una planta que lleva la nomenclatura científica de Phlox stolonifera, sobre todo en regiones de América del Norte cercanas a los montes Apalaches y en la región de Quebec, en Canadá. Algunos pueblos originarios de la zona asociaron el rosa del color de la flor con la luna llena de abril y dicho mote sobrevivió a lo largo del tiempo. Ahora, sea o no superluna, el plenilunio de este mes se conoce popularmente en Estados Unidos y algunas zonas de Canadá como “luna rosa”.
Así que ya lo sabes: si esta noche quieres disfrutar un fenómeno único, sal a observar el plenilunio. Con una cierta disposición al asombro y la curiosidad, seguramente obtendrás una experiencia enriquecedora.