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La pandemia dejará a más de 150 millones de personas en pobreza extrema, asegura el Banco Mundial

Sociedad

Por: Jimena O. - 10/27/2020

La pandemia de la covid-19 y su recesión económica asociada traerá un retroceso en el combate a la pobreza que se había sostenido durante los últimos años, de acuerdo con un análisis del Banco Mundial

Para este momento ya no hay ninguna duda sobre los efectos poco claros que tiene y tendrá todavía la pandemia de la covid-19 sobre el desarrollo de la humanidad. Si ya, con los meses transcurridos, es posible constatar algunos de sus efectos, el panorama en el futuro próximo parece tener algunos tintes poco alentadores, en distintos ámbitos en los que la actividad humana está presente.

En ese sentido, hace unos días el Banco Mundial dio a conocer algunas estimaciones relacionadas con los índices de pobreza en todo el mundo, en particular para el año por venir.

De acuerdo con sus pronósticos, el Banco Mundial preve que para 2021 la pobreza en el mundo crezca como no había sucedido en casi veinte años, interrumpiendo así un cierto progreso que se tenía en la reducción de la pobreza mundial y el cual se había sostenido en los últimos tres años.

En cifras concretas, la institución afirma que cerca de 150 millones de personas serán empujadas a vivir en condiciones de pobreza extrema como consecuencia directa de la pandemia del nuevo coronavirus y de la recesión económica derivada de esta.

Según las mediciones del Banco Mundial, en 2017 aproximadamente un 9.2% de la población mundial vivía en condiciones de pobreza extrema, porcentaje que pasó al 8.4% en 2019 y que, hasta antes de la irrupción de la pandemia, se esperaba que cayera todavía más, a aproximadamente el 7.5% en 2021, para finalmente estar en tan sólo 3% en el año 2030. Sin embargo, la aparición del nuevo coronavirus ha trastornado radicalmente estas proyecciones.

Significativamente, en esta ocasión parece ser que la pobreza tocará a países y sectores que en otras épocas se hubiera creído que estaban protegidos frente a las adversidades de una crisis económica. En particular, el Banco Mundial señala a países de ingreso medio y personas residentes en zonas urbanas, los cuales serán alcanzados por los efectos de la recesión que se avecina.

En el caso los países del África subsahariana, donde se concentra la mayoría de las personas de todo el mundo viviendo en pobreza extrema y que, históricamente, han sido naciones sumidas en un círculo vicioso de colonialismo, explotación y empobrecimiento, es posible que cerca de cincuenta millones de personas se sumen en el próximo año a la población que vive ya en condiciones de pobreza extrema, lo cual equivaldría a cerca del 42% de la población total de esos países.

De esta manera, la recesión económica asociada con la pandemia podría reducir hasta en un 40% los ingresos económicos de la población que vive en condiciones de pobreza, lo cual se traducirá en una mayor desigualdad económica y en obstáculos serios para la movilidad social.

David Malpass, presidente del Banco Mundial, dijo en un comunicado que estos pronósticos urgen a los distintos gobiernos nacionales a prepararse para enfrentar las condiciones de una nueva economía poscovid.

En ese punto, sin embargo, más que pretender regresar a un estado anterior a la pandemia, lo más deseable sería que esta crisis nos permitiera construir colectivamente nuevas maneras de ser y estar en el mundo. Si ya está demostrado que el coronavirus SARS-CoV-2 surgió, entre otras razones, por la depredación del medioambiente que caracteriza al sistema económico dominante, ¿no sería una necedad querer restituirlo en todas sus condiciones precedentes y, entonces, que la humanidad continúe propiciando su propia destrucción y, de paso, la de la vida en el planeta?

 


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Imagen de portada: Nikku, CC BY 2.0 (Wikimedia Commons)