Todavía no estamos seguros de cuánto tiempo más durará esta pandemia, lo que sí es muy claro es el panorama incierto en el que estamos viviendo. Esta incertidumbre atraviesa muchísimos sectores y actividades, tanto sectores más amplios como la economía mundial o nacional, como actividades más cotidianas e individuales.
Muchos gobiernos se están enfrentando a tomar decisiones de manera más pragmática, ya que es necesario comenzar a reactivar la economía para darle la posibilidad a muchas personas de volver a tener ingresos, a la par de cuidar su salud y evitar que los sistemas de salud (hospitales y centros médicos) colapsen. No son decisiones fáciles y muchas de ellas se van tomando sobre la marcha.
En ese contexto, en México se confirmó la reapertura de cines en varias ciudades del país. En el caso de los cines, muchas personas dependen del trabajo en estos centros de entretenimiento. Pero por otro lado, los espacios de recreación y esparcimiento también son necesarios en las vidas de la gente.
Entre otras restricciones, los cines permitirán un aforo de únicamente el 30% de su capacidad, debido a que las salas son lugares cerrados y requieren de mayor ventilación. A esto se sumarán las siguientes medidas de seguridad:
Si las personas acuden a los cines, ¿habrá un rebrote o surgirá otro pico en la curva de contagios? Esta es una de las principales preocupaciones.
Al respecto, Natascha Tuznik, profesora asociada en materia de enfermedades infecciosas en la Universidad de California en Davis, asegura que los cines son lugares que presentan menos riesgo de contagiarse de covid-19 que otros. Cabe resaltar, sin embargo, que menos riesgo no quiere decir que estén completamente exentos de peligro. Los cines son menos riesgosos ante un contagio si se les compara, por ejemplo, con un gimnasio o un bar, lugares donde los fluidos de nariz y boca tienen más probabilidad de expelerse, en vista de las conductas que ahí se tienen (respirar fuertemente, hablar con frecuencia, gritar, etc.; además, en el caso de los bares, se añade el componente del alcohol, que vuelve un tanto más imprudentes a las personas).
En ese sentido, Tuznik considera que los cines tienen ciertas ventajas a su favor para reducir el riesgo de contagio de una enfermedad como la covid-19, a saber:
De cualquier forma, la profesora sugiere las siguientes recomendaciones para reducir aún más las probabilidades de contagio:
"Sé que esto no es divertido", dijo Tuznik al centro de noticias de la unidad de salud de su universidad, "pero como en tantos otros lugares ahora mismo, es necesario prepararse para salir. Perderse de una película es malo, pero enfermarse es peor".
Cuando ya se ha tomado una decisión que excede nuestra intervención individual (en este caso, la reapertura de las salas de cine), sí estamos en capacidad de decidir si asistir o no. Si decidimos hacerlo y disfrutar de un merecido tiempo de distracción y entretenimiento, debemos hacerlo con todas las medidas necesarias para reducir el riesgo de contagio, ya que salir a cualquier lugar sin las medidas sanitarias necesarias implica un riesgo de contagio para nosotros y nuestras familias.
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