Un artículo reciente elaborado por académicos de la Universidad de Harvard sostiene que la medida de la distancia física, asociada con la prevención del contagio del coronavirus COVID-19, puede durar hasta el año 2022. Cabe mencionar, sin embargo, que esto no significa que hasta ese año estaremos en contingencia, encerrados en nuestras casas o sin trabajar, sino que esta medida se podría aplicar en periodos intermitentes.
De acuerdo con Stpehen M. Kissler y Christine Tedijanto, dos de los autores del artículo (disponible en este enlace), un solo periodo de confinamiento no sería suficiente. Según estos epidemiólogos, los confinamientos en periodos intermitentes podrían ser una medida recomendada, ya que es probable que haya uno o varios resurgimientos de la COVID-19. Sin una vacuna o un tratamiento efectivo, los brotes pueden continuar hasta el año 2025.
El aumento de contagios puede deberse a que gente que está infectada y presente síntomas o no, le transmita a los demás el virus. Entre las personas que pueden contagiarse están todas aquellas que tienen características de poblaciones vulnerables (embarazo, hipertensión, obesidad, diabetes, mayores de 55 años, etcétera).
Predecir o esperar el fin de la pandemia en los próximos dos meses (mayo, junio, julio) no es consistente con toda la investigación que ha producido la epidemiología.
Las investigaciones, producidas por el grupo de científicos que sirven de asesores al gobierno del Reino Unido, han sugerido que será necesario establecer periodos intermitentes de aislamiento y distancia física durante al menos un año.
Con respecto a las medidas de distancia física, es posible que estas sean menos estrictas durante ciertos lapsos. Lo anterior con el objetivo de que los hospitales y centros de salud no excedan su capacidad. Sin embargo, las personas que pertenecen a las poblaciones más vulnerables deberán respetar las medidas de aislamiento por lo menos hasta que alguna de las pruebas de vacunas funcione o se desarrolle un método de tratamiento altamente efectivo.
Los tratamientos nuevos, las vacunas o incrementar la capacidad y calidad de los sistemas de salud puede hacer que las medidas concordantes con la distancia física sean mucho menos estrictas. Pero si no se logra desarrollar una vacuna con éxito o, en el peor de los escenarios, los sistemas de salud se ven sobrepasados, las medidas de aislamiento y distancia física se seguirán implementando hasta 2022.
Aún no se sabe de manera certera cómo actúa el virus una vez que quien haya estado contagiado se recupera. Los epidemiólogos esperan que una vez que alguien se recupera, y en dado caso de que vuelva a contagiarse de este virus, los síntomas sean menores y duren menos.
Es importante hacer énfasis en que el estudio de estos científicos está basado en modelos matemáticos que usan los datos hasta ahora disponibles, y que es a través de estos datos que se obtienen conclusiones que no son seguras. Es decir, están basadas en modelos especulativos. Pero la realidad es que en cualquier momento la dinámica del virus, en combinación con las dinámicas sociales, económicas y políticas puede hacer que los resultados cambien.
Vale la pena señalar que este estudio debe ser reconocido como una serie de sugerencias.
Recordemos que cada país tiene un grupo de científicos que asesora a los gobiernos, de manera que es con los resultados de sus investigaciones y conocimientos altamente especializados que se toman las medidas específicas para cada país o región.
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Imagen de portada: Joe Raedle/Getty Images