El conjunto de la obra de Virginia Woolf es un reflejo de una vida llena de episodios de depresión, comenzando con la muerte inesperada de su madre, dos años después la de su hermana y más tarde la de su padre.
Pese a todo, desde pequeña Woolf mostró gran interés y talento para la escritura. Como ejemplo de esto, a los 9 años creó un periódico familiar al que tituló The Hyde Park Gate News, haciendo referencia a la dirección de la casa donde la familia residía, el número 22 de Hyde Parks Gate, una de las zonas más emblemáticas de Londres, a un costado del Royal Albert Hall (en su época, recién inaugurado) y del Museo de Historia Natural.
Los expertos en literatura describen la obra de Woolf como expresión de la más profunda intimidad de su vida, sus experiencias, y de una inquietud constante por el lugar de la mujer en la literatura y la sociedad en general. Woolf recibió desde pequeña una formación intelectual sumamente completa y hasta avanzada para su época, lo cual, aunado a otros factores, la llevó a plantearse la pregunta muy elemental de por qué, en comparación con los hombres, en la historia de la literatura había tan pocas mujeres destacadas. De una u otra forma, esta interrogante atraviesa toda su obra.
Sus novelas, ensayos y cuentos son muy variados tanto en tema como en técnica narrativa (esta última, una cualidad también celebrada en Woolf), y es en sus diarios y correspondencia donde encontramos su faceta menos popular, aunque no por ello menos interesante. Entre estos documentos más personales destacan también las cartas de amor a la poeta Vita Sackville-West, a la compositora y miembro del movimiento sufragista Dame Ethel Smyth y a su gran amigo Lytton Strachey.
Sobre la correspondencia, cabe mencionar también que Virginia Woolf escribía hasta siete cartas al día. Probablemente escribía tanto porque tenía un fuerte deseo de hacerlo, una capacidad creativa enorme, por sus ganas de comunicarse con el otro, o por un fuerte impulso de reconocerse a ella misma y transformar la pesadez de su tristeza y nostalgia. O tal vez sólo escribía porque, como ella misma dijo, "para que una mujer escriba, necesita dinero y una habitación propia".
Estos son algunos títulos de Woolf cuya lectura recomendamos vivamente:
Para finalizar, compartimos el único audio existente de la voz de Virginia Woolf. Esta grabación se hizo el 27 de abril de 1937 y corresponde a una transmisión de la radio de la BBC. Forma parte de la serie Words Fail Me (Las palabras me fallan). El título de la plática de Woolf es "Craftmanship" ("Artesanía").
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