*

Ley en Francia permite a trabajadores ignorar los correos electrónicos de sus jefes después de las 6 PM

Sociedad

Por: Jimena O. - 04/10/2014

Como una forma de hacer ver que la vida no es solo trabajo, una ley aprobada recientemente en Francia permite a empleados no contestar correos electrónico de índole laboral más allá de su hora de salida.

parisInternet ha traído ciertas “ventajas” al mundo laboral pero también, en la medida en que forma parte de un sistema basado en la explotación, es una más de las muchas herramientas con que prácticas de este tipo se reproducen y se fortalecen. Así, por ejemplo, la duración de un jornada laboral, reconocida legalmente como de 8 horas (un derecho ganado por las luchas obreras del siglo XX) pero, en la vida diaria, en la vida real, extendida hasta las 10, 12 horas e incluso más sin que ello implique el pago correspondiente de tiempo extra. La plusvalía tiene que salir de algún lugar, y ese lugar casi siempre es la fuerza de trabajo.

En Francia, sin embargo, donde algo saben de le bon vivre, “el buen vivir”, recientemente fue aprobada una ley que permite a cierto sector de trabajadores ignorar los correos electrónicos de tipo laboral que reciban después de las 6 de la tarde, incluso si se trata de uno de su jefe inmediato pidiendo sabe qué tarea urgente, incluso si la persona se encuentra empleada en “importantes” empresas trasnacionales como Google, Facebook, Deloitte o PwC.

La medida, claro, busca concientizar entre el tiempo de trabajo y el tiempo de loisir, el ocio que todos necesitamos para dedicarnos a aquello que nos nutre de otra manera: la familia, nuestra casa, un pasatiempo, una actividad de desarrollo personal, etc.

Recordemos que al menos desde el siglo XIX, cuando las máquinas irrumpieron en la vida laboral, ciertos pensadores soñaron con un momento en que el ser humano estaría libre del trabajo, libre de las órdenes de otro, y entonces sí podría dar sentido a eso: a ser humano, y no solo un engranaje más de una mecanismo inerte.

En Biblioteca Pijama Surf: Tres elogios: a la pereza, a la ociosidad y a la servidumbre voluntaria (PDFs)